Cada 9 de diciembre se conmemora el Día Internacional contra la Corrupción con la finalidad de sensibilizar sobre cómo afecta esta problemática a las naciones democráticas y a la confianza de sus ciudadanos en sus gobiernos.
Según datos estadísticos del Banco Mundial, cada año se pierden alrededor de 2,6 billones de dólares debido a la corrupción, una cifra que representa más del 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
En República Dominicana, la Encuesta de Cultura Democrática (ECD) muestra que el porcentaje de personas dispuestas a «tolerar cierto grado de corrupción si se resuelven los problemas» creció del 48.3 % en abril de 2022 al 50.9 % en abril de 2023.
Pese a que el cambio de gobierno en el 2020 renovó los niveles de confianza en el sistema político, el referido estudio del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd) expone un aumento en la creencia de que hay más corrupción en las instituciones públicas y de quienes justifican las actividades clientelares.
La corrupción se define como el abuso de poder, funciones o recursos para beneficio personal o de terceros, generalmente en detrimento del interés público. Se manifiesta en actos como el soborno, el nepotismo, la malversación de fondos, el tráfico de influencias y la manipulación de procesos legales o administrativos.
En palabras del secretario general de la ONU, António Guterres: «Combatir la corrupción es esencial para proteger los derechos humanos, consolidar el estado de derecho y promover la justicia social».
La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC) es el único instrumento legal internacional para combatir este problema. En la actualidad, ha sido ratificada por 189 países.