Cada 14 de diciembre se celebra el Día Mundial del Mono con la finalidad de dar a conocer la importancia de proteger a estos animales que luchan por sobrevivir en sus ecosistemas ante diversos riesgos que les acechan.
El Día Mundial del Mono fue creado en 2003 por estudiantes y activistas en los Estados Unidos.
Según la Real Academia Española (RAE) un mono es un mamífero con el cuerpo cubierto de pelo, salvo en la cara, y con cuatro extremidades con dedos adaptados para coger o sujetar las cosas, y del que existen varias especies, como mono araña, mono aullador, mono capuchino, entre otros.
Los monos son herbívoros, pero también consumen huevos de aves, insectos y corteza de árbol.
En tanto, entre las principales amenazas que enfrentan estos animales figura: la pérdida de su hábitat debido a la tala de bosques y la expansión agrícola; la caza ilegal, ya que los monos suelen ser capturados con la finalidad de ser vendidos como mascotas. Con el cambio climático, las alteraciones en los ecosistemas afectan sus fuentes de alimento y agua.
Diversos activistas a favor de los derechos de los animales exhortan apoyar a organizaciones conservacionistas, a no apoyar actividades que involucren la explotación de monos o cualquier tipo de maltrato animal, enseñar a las nuevas generaciones la importancia de los primates en la naturaleza y consumir productos sostenibles y apoyar prácticas que respeten los ecosistemas.
Según datos estadísticos, actualmente se conocen 264 especies de monos en todo el planeta, de las cuales 25 estarían en grave peligro de extinción, a causa de cazadores furtivos del mercado negro y la pérdida de bosques en el mundo.
Entre las especies en peligro de extinción se encuentran el lémur negro de ojos azules, mono araña, mono capuchino, Gálago de Rondo, el mono de Dollman, y el gorila oriental de planicie o llano.
