Hace ya 10 aos que lleg a Los ngeles (Estados Unidos) con 800 dlares en el bolsillo, su ttulo en Ciencias de la Educacin Fsica y una mster en Nutricin. Hoy, el abulense Diego Calvo cobra a sus pupilos «entre 160 y 250 dlares la sesin, dependiendo de si vienen al gimnasio en el que suelo entrenar o si soy yo el que va a sus casas».
Su clientela es de lo ms variopinta. «Directivos, modelos, actrices, gente famosa, annima… Hasta un ex candidato a la Presidencia de Estados Unidos! Pero, al final todo el mundo, llega pidiendo lo mismo: adelgazar y ganar msculo«.
Independientemente del estatus social o del dinero, a todos nos toca el corazn lo mismo. «Donde muchos ven a una celebridad que sale en la televisin, yo contemplo a una persona que, adems de entrenar, se abre en canal, que me cuenta sus problemas, su preocupaciones… Alguien que confa en m porque sabe que, para m, la privacidad es vital».
Su misin, al contrario de lo que se pudiera pensar, «va de dentro hacia afuera y arranca por saber cul es esa pieza que falta para completar el puzle».
Porque una cosa es el objetivo que se marcan ellos a priori y otra, lo que estn buscando en realidad. «Una parte esencial de mi labor consiste en conversar en profundidad con ellos para indagar qu es lo que necesitan en realidad ms all de la lista de deseos con la que me llegan que, en muchos casos, suele ser quererse ms«.
Aunque pueda resultar paradjico, «hay mucha gente, con muchsimo xito profesional y con cuentas corrientes boyantes, que no consigue algo tan necesario como sentirse a gusto con la imagen que le devuelve el espejo cada maana al levantarse«.
Muchas veces, «el origen de todo, de esa falta de autoestima y del estrs que padecemos, est en una ausencia de descanso nocturno». Porque, prosigue, «uno de los grandes problemas de nuestra era es que, debido al estrs, no dormimos ni el tiempo, ni con la calidad que nuestro organismo necesita para reponerse del desgaste diario. Eso hace que nuestro estado de nimo flucte como una montaa rusa y se incremente nuestro estrs. Es la pescadilla que se muerde la cola. Por eso, uno de los primeros pasos que doy con mis pupilos es rebajar esos niveles de estrs con ejercicios de respiracin para que, poco a poco, en lugar de cuatro horas consigan dormir seis o siete».
Calvo lo tiene claro. «El estrs nos est matando y no nos damos cuenta de que tambin va en contra de todas esas aspiraciones de adelgazar o ponerse en forma».
La otra pandemia que nos acecha es la soledad. «La ciudad en la que yo vivo, Los ngeles, es una de las ms grandes de Estados Unidos, pero la gente est tremendamente sola«.
Eso s, «se ven, por todos los lados, cuerpos espectaculares. All la ‘operacin bikini’ dura prcticamente todo el ao, porque hay muchos meses de sol. No hay un problema de obesidad tan grave como en el resto del pas. California y Miami son dos islas en Estados Unidos».
Es ms, por lo que l ha podido constatar, el problema es justo el contrario. «Me encuentro con clientes con un dficit calrico brutal. Que solo comen una vez al da, que tiene con cargos de mucha responsabilidad y que llevan una actividad diaria frentica. Y yo les digo. cmo pretendes que tu cuerpo siga funcionado si trabajas 13 horas al da y no comes?».
Otro dato ‘curioso’ es que apenas se cocina. «Se pide casi toda la comida a domicilio y ese es un gran problema porque, como digo a mis clientes, no puedes saber con exactitud qu lleva una salsa, de qu calidad es la protena, etc».
Cul es, a su juicio, el secreto de la adherencia al ejercicio? «Para m, la clave es entender la importancia de la actividad fsica como pilar de la salud, junto al descanso, la alimentacin y el control del estrs, y construir el hbito. Hay que fijarse un objetivo sensato y alcanzable. Nada de aspirar a tener el trasero o el abdomen de un modelo o actriz. Eso, y ser conscientes de que el camino estar lleno de altibajos, pero que merece la pena».