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Este tipo de artículos vienen bien para refrescar conceptos, sobre todo cuando llevamos mucho tiempo con la misma pareja. Al final, todos acabamos haciendo las mismas posturas en la cama. Y aunque lo conocido en este caso es bueno, no está de más innovar para aumentar el placer y conseguir orgasmos más intensos.
Las posturas que presentamos a continuación han sido seleccionadas por Lucía Jiménez, sexóloga de Diversual, por su capacidad para intensificar las sensaciones, mejorar el contacto físico y estimular zonas erógenas de formas excitantes. Ya sea que busques una experiencia más profunda, una estimulación relajada o un juego, estas diez propuestas te ayudarán a descubrir puntos de placer insospechados y a elevar tu sexo a nuevos niveles.
Cada posición está diseñada para ofrecer un ángulo de penetración distinto, maximizar el contacto piel con piel y, no menos importante, añadir más caricias y besos al coito. Desde la fusión completa del cuerpo en “La salamandra” hasta la libertad de movimiento y juego erótico de “El muelle”, pasando por la conexión intensa de “La cruz”, cada postura potencia la complicidad, la mirada y el roce de los cuerpos para generar orgasmos intensos. Además, muchas de ellas permiten la incorporación de juguetes —vibradores, balitas o succionadores— como aliados que multiplican las sensaciones.
Más allá de la técnica, lo fundamental es la iniciativa, la comunicación y la escucha mutua, pues explorar un nuevo ángulo o probar un juguete distinto solo dará sus frutos si ambos estáis en el mismo mood. Así que háblalo con tu pareja y si es un sí, ya os podéis poner a ello.
Cinco posturas para orgasmos intensos
La Salamandra
La mujer se tumba boca abajo y el hombre se tumba encima. «La penetración puede ser anal o vaginal y se realiza desde atrás. La inclinación de ambos cuerpos puede variar el ángulo de penetración hasta encontrar ese punto en el que sea más placentero para ambos. En ‘La salamandra’ hay mucho contacto cuerpo a cuerpo y muchas posibilidades de besar, susurrar, acariciar… sobre todo para quien está encima, que tiene una posición más dominante. La persona de abajo puede colocar una almohada si le resulta más cómodo, o estimular sus genitales contra el colchón a la vez. Es la combinación perfecta entre penetración profunda, estimulación de clítoris y un ángulo visual muy excitante», asegura la sexóloga Lucía Jiménez a THE OBJECTIVE.
El muelle
Esta posición requiere algo más de esfuerzo y es ideal para complementarla con algún juguete sexual. «Quien penetra se tumba apoyando la espalda y dobla sus rodillas apoyando los pies. Quien recibe la penetración se tumba encima de su pareja, espalda contra pecho. En esta postura, ambas personas experimentarán una penetración diferente a la que acostumbramos, y las manos quedarán a disposición de muchos tipos de masturbaciones simultáneas».
Toc-toc (por detrás)
«La penetración anal facilita el orgasmo de muchas personas, ya sea con los dedos, juguetes o con el pene. Tanto para ellas como para ellos, puede ser una fuente de muchísimo placer. El mítico misionero puede ser una postura muy cómoda para practicarla, sobre todo porque quien se coloca encima puede modular la profundidad. Otra opción, es colocarse a cuatro patas; esta postura quizás es más cómoda para jugar con dedos y juguetes. Es muy importante contar siempre con mucho lubricante para la zona».
La cruz
Vamos a hacer una cruz con las piernas, de forma que los genitales queden juntos. «Una persona se tumba en la cama y dobla las rodillas, y la otra se sube encima, sentada, abrazando con el cuerpo y los brazos una de las piernas. De este modo, la rodilla sirve de “ancla” a la que sujetarse, para poder mover la cadera con libertad contra la cadera de la otra persona. En esta postura, la conexión entre ambas personas es muy alta y si se consigue fluir, da lugar a mucha libertad para explorar las sensaciones genitales».
El carro
Es una variación del cowboy inverso. O sea, «la mujer se coloca sentada sobre la otra, que estará tumbada en la cama, mirando hacia los pies. Y en lugar de mantenerse con la espalda erguida, se inclinará hacia la cama, recostándose manteniendo las nalgas elevadas. Esta posición es visualmente muy potente para quien penetra, que ve la espalda y las nalgas de su pareja mientras se mueve y además tiene las manos libres para poder dirigir el movimiento y acariciar el cuerpo».
Cinco posturas para aumentar el placer de ambos
Sobre la almohada
Una de las personas se coloca a cuatro, apoyando todo el peso de su cuerpo sobre una almohada, a la altura de la pelvis. De este modo, la espalda estará más relajada, y se creará un ángulo de penetración más directo. «En esta postura puede practicarse sexo oral, masturbación o penetración. Además, permite que el clítoris esté en contacto con una superficie y pueda estimularse con el roce».
De lado
Poneos en posición de cucharita, con el hombre abrazando a la mujer. «Él le sujeta las nalgas, doblando sus piernas hacia el pecho, y penetra desde detrás. Esta postura es muy agradable, ya que da acceso a otras zonas del cuerpo, y existe mucho contacto físico. Además, es estupendo para susurrar a tu pareja al oído aquello que le excite», afirma Lucía Jiménez.
El mando
La mujer se tumba boca arriba, con sus piernas recogidas hacia el pecho. El hombre se coloca encima, colocado genital con genital. «Aquí hay varias opciones; que se aproveche esta posición para masturbarse mutuamente con algún juguete o bien que la persona que está encima penetre, mientras con sus manos agarra los pechos o masajee el clítoris con las manos o algún juguete con vibración».
El conejo
La sexóloga la explica: «Una persona se sienta de rodillas y la otra persona, se sienta encima, dándole la espalda, abriendo las piernas sobre las de su pareja. De nuevo, se puede aprovechar esta postura para la penetración, ya que la persona que está encima puede incluso inclinar su cuerpo hacia delante. Pero lo interesante también es jugar con juguetes, colocar un vibrador o succionador en la vulva de la pareja, acariciar los pezones y el abdomen, o masturbar el pene».
A comer
Una persona se sienta en la cara de la otra. «Puede ponerse un cojín en cada pierna para así aumentar un poco la altura, y que no haya más presión de la cuenta en la cara de la pareja. Lo mejor es hacerlo de rodillas, para poder levantar o apoyar el cuerpo en función de la fricción que se busque. ¡Y a comer!», finaliza la experta.
