Dos presuntos «grupos de anarquistas autónomos» reivindicaron la tarde del domingo los cortes de electricidad que provocaron dos apagones sucesivos que dejaron sin luz a 160.000 personas, el sábado, y otras 45.000, el domingo, en toda la Costa Azul.
Catorce horas antes … , Christian Estrosi, alcalde de Niza, había declarado: «Esos actos de sabotaje violentos son obras de alguien que quiere desestabilizar Francia». Las declaraciones de Estrosi sugerían una posible complicidad de grupúsculos próximos a Vladímir Putin.
La reivindicación de los grupúsculos «anarquistas autónomos» confirman la tesis política de la violencia y los sabotajes, pero desde otro ángulo. Según el comunicado en el que han reivindicado los actos de vandalismo, se trata de acciones «contra el Festival de Cannes» que deseaban «perturbar» intentando precipitar un corte de luz, finalmente fallido. La direccion del Festival consiguió evitar la catástrofe con grupos de iluminación propios y autónomos.
El apagón del sábado fue la consecuencia del incendio, de origen criminal, de un transformador eléctrico, cortando sus servicios en toda la región, afectando a ciudades importantes como Antibes, Juan-Les-Pins, Vallauris, Cannes, el día, precisamente de la entrega de los premios del festival de cine.
La prefectura regional denunció, desde el primer momento, un incendio «intencionado» de «vandalismo criminal», de alguien que cortó varios cables provocando un apagón que perturbó a toda la Costa Azul durante doce horas largas.
La madrugada de este domingo, Niza fue víctima de otro gran apagón, que afectó a 45.000 personas. La electricidad pudo restablecerse con relativa rapidez. Pero se confirmó que el segundo corte también fue un acto de vandalismo criminal, cometido contra un centro de distribución eléctrica próximo al barrio de Moulins, en la periferia multicultural de Niza, víctima, desde hace años, del tráfico de estupefacientes.
Cette nuit, un transformateur électrique a été incendié à l’ouest de #nice06, privant d’électricité près de 45 000 personnes de Nice à Cagnes. Les polices nationale et municipale sont mobilisées. La situation a été rétablie dans de très brefs délais. Je dénonce avec force ces…
— Christian Estrosi (@cestrosi) May 25, 2025
El Gobierno francés lanzó hace semanas una gran ofensiva contra las «familias» de narcotraficantes de Marsella y la Costa Azul. Estalló una suerte de «guerra» entre bandas de delincuentes con mucho poder y las fuerzas de seguridad del Estado. El gobierno ha decidido crear prisiones especiales para narco traficantes.
Esa fue la primera pista que comenzaron a estudiar los especialistas y la Fiscalía. Christian Estrosi, alcalde de Niza y presidente del Consejo de la región de Provenza y Costa Azul, personalidad política conservadora, de estatura nacional, prefirió insistir en la gravedad política de los incendios y su posible dimensión internacional.
Avec @cestrosi, nous condamnons avec la plus grande fermeté l’attaque contre un transformateur électrique à #Nice06 cette nuit. Nous mettons nos images de videoprotection à disposition des enquêteurs et renforcerons le maillage des sites stratégiques dès cette semaine. pic.twitter.com/joQMBnca0x
— Anthony Borré (@anthony_borre) May 25, 2025
En unas declaraciones a BFMTV, primera cadena audiovisual de información permanente, Estrosi hizo este comentario: «Debo denunciar con energía los actos de vandalismo criminales cometidos contra nuestro país en la Costa Azul. El Estado debe intervenir con urgencia. Está clara la voluntad de perturbar nuestra vida diaria. Es urgente investigar quién está detrás de esos actos cometidos con la voluntad expresa de desestabilizar nuestro país».
La utilización de la palabra «desestabilizar» tiene una dimensión política palmaria, que ese inscribe en una historia reciente muy convulsa.
Desde los Juegos Olímpicos del verano de 2024, se han sucedido «incidentes» y «acciones» de vandalismo de la más diversa naturaleza.
Acusaciones a Putin
A finales del pasado mes de abril, Jean-Noël Barrot, ministro de Asuntos Exteriores, no dudó en lanzar personalmente las primeras acusaciones oficiales de Francia contra los servicios secretos de Vladímir Putin, en estos términos: «El Departamento Central de Inteligencia ruso, el GRU, según las siglas rusas de esa institución, lleva años lanzando contra Francia sucesivos ataques e intentos de sabotaje, desinformación y guerra híbrida contra personalidades e instituciones francesas». El alcalde de Niza no llega tan lejos, pero sus denuncias de «alguien» que intenta «desestabilizar» Francia se inscriben en el mismo horizonte.
Las fuentes policiales y judiciales no desean entrar en el terreno de las elucubraciones y acusaciones genéricas. Sin embargo, dejando abiertas «todas las posibilidades», parecen aceptar la aparición en Francia de una violencia de nuevo cuño: la criminalidad tradicional puede hacer el juego de las guerras híbridas, una nueva forma de enfrentamientos internacionales con mucho futuro.