Un profesor y una ex profesora de tenis del Real Club de Polo de Barcelona, institución centenaria con más de 10.500 socios y símbolo de la burguesía de la capital catalana, han denunciado penalmente a la junta directiva y a su presidente por no haber actuado ni haberles amparado ante el acoso sexual verbal que, presuntamente, habrían sufrido por parte del director de la escuela de tenis de menores, D. P., entre los años 2022 y 2024.
Según consta en la denuncia a la que ha tenido acceso EL MUNDO, comentarios como «qué pechos más bonitos tienes», «¿has follado mucho este verano?» o «mete el dedo en el coño de tu mujer» fueron algunos de los que tuvieron que soportar el profesor I. O., actualmente de baja médica, y una profesora de 22 años que acabó abandonando la entidad debido al «ambiente irrespirable» -con comentarios obscenos incluso sobre su madre-, y tras haber trasladado la situación a otros responsables del área de tenis sin encontrar amparo.
Al margen de la denuncia, este diario ha entrevistado a varios profesores de tenis que en ese momento trabajaban en el Polo y que corroboran las declaraciones de sus dos compañeros respecto a D.P.. Los testimonios consultados sostienen que la actitud del director era «incompatible» con un entorno con menores de edad. La escuela de tenis del Polo cuenta con aproximadamente 900 alumnos.
Los dos profesores afectados directamente por el presunto acoso de D. P., quien habría realizado comentarios de carácter sexual delante de otros empleados y en las pistas, han decidido acudir a la justicia, interponiendo una denuncia penal y otra laboral. Esta decisión se produce tras haber denunciado en 2023 el comportamiento de su superior directo a través del canal ético del club y considerar que la entidad minusvaloró su testimonio, enterrando el caso y, a su entender, tomando medidas disciplinarias leves.
En este sentido, la denuncia subraya que el artículo 32 del convenio colectivo del club «establece que el acoso sexual es una falta muy grave, independientemente de que exista una amenaza directa a la estabilidad laboral de la víctima».
INVESTIGACIÓN INTERNA
La investigación interna se activó después de que un socio, alarmado por los hechos, solicitara en diciembre de 2023 que el canal ético del club actuara. En sus conclusiones, este órgano reconoció la existencia de los comentarios de contenido sexual, que fueron corroborados «rotundamente» por cuatro de las diez personas entrevistadas. El informe del club admitió que estas expresiones constituían una forma de acoso sexual verbal que vulneraron el código de conducta de la institución.
No obstante, a la vez de sostener que fue un acoso verbal, el informe interno rebajó la gravedad de las denuncias : «no parece claro que el denunciado se prevaliera de su relación de superioridad, sino que se limitaba a hacer comentarios desafortunados a compañeros de trabajo», señaló, concluyendo que los hechos no constituían un delito penal. Asimismo, propuso a la Junta o al gerente del club que «aplique la sanción, entre las recomendadas por el Protocolo de acoso sexual que considere pertinente, adecuándola a la relación con la persona denunciada».
En el convenio colectivo del club se estipula las sanciones que la entidad podrá imponer en casos como el de acoso sexual. Por faltas leves, una amonestación verbal, amonestación por escrito, suspensión de empleo y sueldo de hasta tres días. Por faltas graves, la suspensión de empleo y sueldo de tres a treinta días. Y por faltas muy graves, desde la suspensión de empleo y sueldo de treinta un días a sesenta, hasta la rescisión del contrato de trabajo o el despido en los supuestos en que la falta fuera calificada en su grado máximo.
Finalmente y tras valorar el informe del canal ético, la junta directiva optó por sancionar el comportamiento de D. P. con la suspensión de empleo y sueldo unos días, y se le obligó a seguir un curso sobre acoso sexual. Pero continuó en su puesto como responsable de la escuela de tenis. No se informó, además, a las familias de los alumnos del incidente ni se trasladaron los hechos a los Mossos d’Esquadra.
A preguntas de este diario, la dirección del club justificó la sanción argumentando que la conducta de D. P. «no reviste carácter de responsabilidad penal» y destacó que «se ha realizado un seguimiento personalizado e independiente» del director deportivo para comprobar que no vulnere los códigos de conducta de la institución. «El Real Club de Polo de Barcelona ha seguido de forma correcta el protocolo establecido, ha actuado con la máxima celeridad y seguirá velando por el cumplimiento de la normativa con imparcialidad y rigor, en beneficio de todos sus socios, así como de sus empleados», señala el club. Este diario contactó telefónicamente con D. P., pero declinó hacer comentarios.
«¿HAS FOLLADO ESTE VERANO?»
La denuncia registrada este lunes detalla que, desde septiembre de 2022 hasta enero de 2024, D. P. presuntamente realizó de manera continuada y reiterada comentarios sexuales sobre la pareja de I. O. – «qué novia más buena tienes», «¿has follado hoy?», «¿ya te la has tirado?»-, cuya foto había visto por WhatsApp. Posteriormente, uno de los pisteros del club advirtió a I. O. de que su superior hacía comentarios, chascarillos y bromas sexuales sobre su pareja con otros empleados. Estos hechos estaban «intimidando y afectando psicológicamente» a I. O., quien los relató durante la investigación del canal ético.
No obstante, el proceso interno no frenó la actitud de D. P. En enero de 2024, en plena investigación y después de que I. O. se reincorporara tras una lesión en el pie, su jefe lo habría recibido con la siguiente frase: «Mete el dedo del pie a tu mujer por el coño para que se te pase». La denuncia señala que, durante toda la investigación, «no se tomó ningún tipo de medida de precaución ni de protección» para I. O., quien había manifestado que no había explicado antes al club los hechos por miedo a represalias.
En la denuncia penal presentada ahora contra el Polo, afirma que durante su interrogatorio con el canal ético del club, el trato que le dispensaron le hizo tener «la sensación de ser él el agresor, más que la víctima»
«QUÉ PECHOS TIENES»
El otro caso es el de una joven profesora de 22 años que comenzó a trabajar en el Polo en 2021. Durante su primer año no sufrió ni presenció ninguna situación incómoda. «Había un buen ambiente», recuerda. Sin embargo, todo cambió en la temporada 2022-2023, desde la primera reunión del equipo de profesores. Antes de que comenzara este encuentro, asegura que D. P., ya como máximo responsable de la escuela, le recibió con la siguiente pregunta: «¿Has follado mucho este verano?».
Molesta y sorprendida, trató de no darle mayor importancia, sin imaginar que sería el inicio de una serie de comentarios sobre su físico y de carácter sexual que tuvo que soportar a lo largo de todo el curso. Incluso recibió preguntas sobre su madre que le resultaron muy ofensivas.
Uno de estos comentarios se produjo en mayo de 2022, en una de las pistas y en presencia de sus alumnas menores: «¡Qué pechos tienes!», exclamó el director deportivo. La reacción de la profesora fue alejarse de él entre lágrimas. Cansada de la situación, decidió abandonar el club y comunicó su marcha a todo el personal de la escuela de tenis, incluido D. P., su jefe directo. En ese momento, y según el relato de la denunciante, D.P. le habría propuesto que quedaran una noche para cenar o salir a tomar copas. Ante la negativa de la profesora, le pidió que, al menos, le presentara «alguna de tus amigas».
Los dos denunciantes sostienen en sus escritos ante la justicia que estos hechos y la respuesta del Polo serían constitutivos de diversos delitos, como acoso sexual, delito contra la integridad moral y omisión del deber de impedir delitos. También acusan al club de vulnerar la normativa que regula la responsabilidad penal de las personas jurídicas y de sus directivos cuando no implementan medidas eficaces para prevenir delitos dentro de la organización.