Cuando publiqu mi primer libro, mi hermano vino a buscarme a Pars con un bate de bisbol para matarme, recuerda douard Louis, que incendi las letras francesas hace justo 10 aos con Para acabar con Eddy Bellegueule (Salamandra), una novela en la que se abra en canal y escriba sobre la violencia, el acoso, la pobreza, la homofobia… Todo lo que el pequeo Eddy Belleguele, su nombre real, sufri durante su infancia y adolescencia en Hallencourt, un pueblo obrero al norte de Francia.
Directamente aterrizado de Pars, Louis lleg casi sin aliento a CaixaForum Barcelona, donde el martes protagoniz la charla Las heridas y la literatura junto al escritor canario Roy Galn, uno de los platos fuertes del festival literario En Otras Palabras. Como si fuese el monlogo que l mismo puso en escena basndose en su segunda novela, Quin mat a mi padre?, Louis ley una suerte de Carta a mi hermano o un manifiesto para la clase obrera, como l lo defini: Hecho nmero uno: mi hermano muri hace un ao. Tena 38 aos y una tarde le encontraron en el suelo de su apartamento sobre sus propios excrementos. Su cuerpo haba colapsado tras aos de alcoholismo.
Y sigue ahondando en la herida: Mi madre me llam llorando. Pero yo no estaba triste. No conoca a mi hermano, nunca fue una buena persona. Dibuja el retrato de un hermano mayor violento, que un da le peg una paliza tan fuerte a su propio padre que le dej varias semanas paralizado, al que siempre recuerda con una lata de medio libro de cerveza en la mano, que incluso al levantarse ya estaba intoxicado de alcohol… Crea que los gays merecen una muerte violenta, que los negros son inferiores a los blancos… Obviamente, votaba a la extrema derecha. Durante aos peg a las mujeres con las que convivi, tambin a su perro, cuenta Louis desde el atril, con serenidad, casi como si hablara de un personaje de ficcin y no de su hermano. No era una buena persona y an as necesito entenderlo.
Su camino para comprender es el de la escritura, como el de Roy Galn, que tambin recurre a la literatura del yo. Qu hacemos con nuestra herida? Aquellas personas que habitamos una herida estamos condenadas a hablar de ella, lanza Galn, hijo de dos madres (una de ellas muri cuando l tena 13 aos), junto a su hermana melliza. Su familia, su hogar, era un espacio de libertad, el problema lleg en el colegio: un nio no poda jugar con Barbies y muecas, ni saltar a la comba, ni hacer cosas de chicas. Viv un viaje de la rabia a la ira. Pero la literatura permite comprender al que me dicen que es mi enemigo, explica. En sus novelas juveniles, Galn propone otros horizontes, otras sensibilidades: unas referencias literarias que no existan en su poca. Ahora que est de moda la autoficcin, parece que las personas que nos expresamos sin la arquitectura de la ficcin no hacemos literatura, que bebemos solo de nuestros traumas. Y si la literatura es juvenil, el desprestigio es de doble grado, lamenta.
Ya sea en un pueblecito francs o en una isla espaola, tanto Louis como Galn practican una escritura peligrosa, el dangerous writing que ha acuado el norteamericano Tom Spanbauer: sin artificios y con un lenguaje sencillo exploran los temas que dan miedo o vergenza. Si Nietzsche promulgaba una filosofa con martillo para romper las viejas ideologas, tambin hay que hacer literatura a golpe de martillo y romper todas las reglas antiguas, reivindica Louis. Y sus tres libros hasta la fecha han sido todo un martillazo a los valores de libertad, igualdady fraternidad franceses.
En el crudo Historia de la violencia (2016) narra la violacin y el intento de asesinato que sufri a manos de un argelino que le haba acompaado a su apartamento. Para m, la literatura es lo contrario a un tribunal, un lugar en el que cesas el juicio e intentas entender un contexto: el de una familia, una cultura, un pas… lo que empuja a un individuo a comportarse de una determinada manera, admite Louis. Y aunque hace aos que abandon el pueblo de Hallencourt para instalarse en la luminosa Pars, sigue escribiendo a martillo.