Estados Unidos abandonará la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en una nueva muestra del presidente Donald Trump de su intención de alejar al país de instituciones internacionales que ha criticado durante años, informó este martes el ‘New York Post’, citando a un funcionario de la Casa Blanca. La Casa Blanca ha rehusado hacer comentarios.
La medida supone un golpe para esta agencia con sede en París, fundada tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de promover la paz mediante la cooperación internacional en los ámbitos de la educación, la ciencia y la cultura.
Trump ya había adoptado medidas similares durante su primer mandato, retirándose de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el Acuerdo de París sobre cambio climático y el pacto nuclear con Irán.
Su sucesor, Joe Biden, revirtió esas decisiones tras asumir el cargo en 2021, reincorporando a Estados Unidos a la Unesco, la OMS y el acuerdo climático.
Con el regreso de Trump a la presidencia, el país está una vez más abandonando varios organismos internacionales. Su administración también ha ordenado una pausa de 90 días en toda la asistencia exterior estadounidense, con el fin de evaluar su alineación con las prioridades de política exterior del presidente.
La Unesco es ampliamente conocida por su labor en la designación de sitios Patrimonio de la Humanidad, como el Gran Cañón en Estados Unidos o la antigua ciudad de Palmira en Siria.
Estados Unidos fue uno de los miembros fundadores de la Unesco en 1945, pero se retiró por primera vez en 1984 en protesta por una supuesta mala gestión financiera y un sesgo antiestadounidense percibido. Regresó casi dos décadas después, en 2003, bajo la presidencia de George W. Bush, quien afirmó entonces que la agencia había emprendido reformas necesarias.
Funcionarios de la Unesco señalaron que la agencia actualmente depende mucho menos de Estados Unidos que en el pasado. Sin embargo, reconocieron que la salida tendría un impacto, aunque limitado, en algunos de los programas financiados por Washington.
En la actualidad, Estados Unidos aporta alrededor del 8% del presupuesto total de la Unesco, una cifra inferior al 20% que representaba cuando Trump decidió por primera vez retirar al país de la organización.