Casi uno de cada tres alumnos en etapas obligatorias (entre segundo ciclo de infantil y la ESO) est escolarizado en centros concertados en Espaa. Aunque la red concertada es un pilar fundamental de la libertad de enseanza recogida en la constitucin, en la actualidad las cuotas que cobra a cambio de la escolarizacin impiden el pleno derecho a la educacin y fomentan la segregacin escolar. Estas cuotas que pagan las familias se han consolidado en el tiempo, ya que cuenta con un equilibrio muy slido. Por un lado, alivian la presin sobre el gasto las administraciones educativas, garantizan un sistema de seleccin social a familias de rentas medias-altas a cambio de un copago y eso garantiza la demanda continuada para el sector. Un equilibrio imperfecto, pero un equilibrio.
La mayor parte de los alumnos de la escuela concertada en Espaa pagan cuotas (81%-95%), aunque histricamente la razn ms probable detrs de esas cuotas no ha estado clara. Mientras que desde el sector responsabilizan a la falta de financiamiento pblica, desde la red pblica y plenamente privada ponen el foco en la obtencin de beneficios extraordinarios. Gracias a nuevos microdatos del Instituto Nacional de Estadstica (INE), analizados en el reciente informe «El coste de acceso a la escuela concertada en Espaa: las cuotas que pagan las familias y sus causas» publicado por EsadeEcPol, podemos entender mejor tanto la dimensin de las cuotas como los motivos ms probables que impulsan su cobro en la mayora de centros.
En el informe los autores, entre los que me incluyo, emplean dos definiciones de cuotas. En una primera definicin estn las cuotas pagadas directamente por escolarizacin o matrcula y las donaciones. En la segunda definicin, se incluye la primera ms el sobreprecio que puede haber en el comedor escolar. Por esta razn, la segunda definicin es especialmente relevante en las etapas tempranas, donde se concentran los usuarios del comedor. La imagen cambia sustancialmente entre comunidades autnomas, mientras que Catalua y Pas Vasco muestran las cuotas medias ms elevadas (1.700 y 960 respectivamente) con una distribucin relativamente homognea, otras regiones como Andaluca son la otra cara de la moneda, con cuotas muy bajas (400 por alumno al ao) y una gran desigualdad en el pago de esas cuotas.
En el siguiente grfico podemos ver que hay una cierta base para pensar que, al menos una parte de las cuotas que cobran los centros concertados pueden explicarse por bajos niveles de financiacin por parte del sector pblico. Cuando calculamos el resultado econmico antes de cuotas y gastos no concertados, que es nuestra definicin de financiacin, y organizamos a los centros en deciles en funcin de ese resultado, podemos ver que entre un 15-20% de ellos presentan un resultado econmico de cero o negativo. Sin embargo, esto implica que, necesariamente, existen otros motivos que tambin explican el cobro de cuotas para muchos centros.
Para evaluar los diferentes motivos, podemos dividir a los centros concertados en cinco grupos: (1) aquellos que no cobran cuotas y estn infra financiados (es decir, tienen un resultado econmico inferior a los 200 por alumno) (2) los centros que no cobran cuotas y estn adecuadamente financiados, (3) los centros que s cobran cuotas por estar infra-financiados, (4), centros que cobran cuotas para financiar gastos no concertados que no asume el sector pblico y (5), centros que cobran cuotas cuyo motivo ms probable para hacerlo es la obtencin de un beneficio econmico.
Cuando calculamos el porcentaje de centros concertados que estn dentro de cada grupo los resultados son sorprendentes. En primer lugar, la suma de centros que no cobran es relativamente grande, de alrededor de un 33% en las tres etapas consideradas. Entre el 66% de centros concertados que s cobran cuotas, alrededor de un 23% las cobra por infrafinanciacin, un 28-29% para financiar gastos no concertados y entre un 15% y un 17% para obtener un beneficio econmico o diferenciarse de otros centros. Merece la pena destacar la diferencia entre el porcentaje de alumnos que pagan, que ronda el 90%, frente al porcentaje de centros que cobran, que baja hasta el 67-70%. Esta diferencia puede explicarse por la heterogeneidad segn tamao de centro, puesto que vemos que en los centros ms grandes (ms de 500 alumnos en la etapa considerada) el porcentaje que cobran es muy superior, de un 90%, que se va reduciendo a medida que se reduce el tamao del centro.
Esta misma heterogeneidad segn el tamao del centro se puede apreciar en los motivos que llevan a los centros a cobrar las cuotas. Cuantos ms alumnos tenga el centro ms crece la importancia de obtener un beneficio econmico como principal razn del cobro de cuotas, que llega a representar un 30% entre los centros ms grandes en primaria y un 22% en la ESO, en detrimento del % de centros que no cobran cuotas (grupos 1 y 2) y de los centros que cobran por razones de infra financiacin.
Durante muchos aos se ha ido consolidando una imagen de una escuela concertada uniforme y monoltica, donde casi el 100% de los centros cobraban y las cuotas eran tan elevadas que no poda deberse sino a un afn de obtener un beneficio econmico. Esta imagen, fomentada por la publicacin recurrente de ciertos estudios que se han demostrado profundamente errneos por razones metodolgicas de fallos en las muestras de centros concertados que emplean, han moldeado y consolidado esta visin del sector. Sin embargo, los nuevos datos del INE a los que hemos tenido acceso por primera vez nos muestran una imagen muy diferente, de un sector profundamente diverso, tanto por comunidad autnoma como por tamao del centro, donde se usan las cuotas como una misma respuesta a realidades econmicas muy diferentes por parte de los centros.
Para que el sector concertado avance hacia la gratuidad real, hay varias opciones de polticas que es necesario desarrollar. Entre ellas estn la mejora de la frecuencia y la muestra con la que podemos medir las cuotas, para poder fiscalizar su evolucin, desarrollar un estudio sobre el coste de la plaza escolar y auditar los gastos no concertados y el gasto en comedor de los centros concertados para evitar que sean una fuente indirecta de cuotas. Por ltimo, desarrollar mecanismos e incentivos para acabar con el sistema de conciertos plenos de los centros claramente sobre-financiados y cuyas cuotas son elevadas y que se sitan notablemente por encima de los gastos no concertados de su contabilidad. De acuerdo con las simulaciones realizadas, esto permitira, adems, redistribuir el excedente disponible para acabar con la infra-financiacin que afecta a una parte del sector concertado.
Fuente: Microdatos del Instituto Nacional de Estadstica (INE) analizados en el reciente informe «El coste de acceso a la escuela concertada en Espaa: las cuotas que pagan las familias y sus causas» publicado por EsadeEcPol,
Informacin: ngel Martnez.
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