Se llama SLU-PP-332 y es un compuesto sinttico que, por cierto, est a la venta en Internet (los precios oscilan entre 70 y 300 euros segn los miligramos que contenga el bote) bajo la sugerente denominacin de ‘acelerador metablico’ y cuyo listado de promesas no puede ser ms seductor: ayuda a perder peso, elimina la grasa, aumenta la masa muscular y (ojo, que aqu viene el meollo del asunto) ‘imita’ los beneficios obtenidos a travs de la prctica deportiva, tal y como se demostr en una investigacin publicada en octubre del pasado ao.
Aunque el estudio citado se realiz con ratones, la idea de que exista una pastilla para no ir al gimnasio parece ser que resulta tan extraordinariamente atractiva como la que haya un frmaco que nos permita comer de todo y no engordar (aunque lo que comamos nos destroce la salud, pero eso ya es otro cantar).
El tema, como todo, tiene mltiples matices. Porque, obviamente, a nadie se le escapa que esa pastilla ?milagrosa’, igual que el ozempic y similares, tendra un extraordinario valor en casos concretos de poblacin con necesidades especiales (limitaciones fsicas, lesiones graves, insuficiencias cardacas, etc).
Sin embargo, lo de intentar remediar a pastillazo limpio nuestra falta de actividad fsica, al igual que hacemos con nuestra carencia de sueo y las lagunas de nuestra dieta, nos dice mucho del camino por el que estamos transitando como sociedad.
Nos dice que la estamos fastidiando (el gerundio que pega aqu es bastante ms contundente, pero quedara algo ordinario) a base de bien con algo que se nos debera de inculcar desde que somos pequeos: la adopcin de unos hbitos saludables.
Porque, igual que desde que somos unos cros nos ensean a cepillarnos los dientes despus de cada comida, a ducharnos o a lavarnos las manos al regresar de la calle, deberamos de interiorizar que la actividad fsica debera de formar parte de nuestras rutinas de higiene (fsica y mental) diarias.
Porque, en lugar de ser concebida como ‘una mara’ a la que recortar en beneficio de otras materias, la Educacin Fsica debera ser una asignatura troncal a impartir diariamente, porque conocer, cuidar y potenciar nuestro cuerpo segn sus necesidades es algo que todos necesitamos saber, independientemente de las profesiones que tengamos al llegar a la edad adulta. Y no solo por eso. Si no porque est ms que demostrado que hacer ejercicio mejora el rendimiento acadmico, al potenciar la capacidad de concentracin y la claridad mental
Y nos dice tambin mucho sobre la leyenda negra que rodea a la prctica deportiva todava hoy. Eso de que «el deporte cansa», «con el deporte se suda», «el deporte es un aburrimiento» o «el deporte hay que hacer porque no queda otra, porque es un horror».
Porque, ms all de la ‘pica’ y el esfuerzo que le quiera dar cada uno a su prctica deportiva, hacer ejercicio no tiene por qu ser siempre un acto heroico en el que nos dejemos la piel en busca de un ‘impossible is nothing’. No es necesario hacer un ‘ironman’. Ni bajar de los 40 minutos en un 10k. Ni hacer 1.000 abdominales cada maana. Ni coger peso hasta desgarrarnos los bceps. Ni tampoco salir reventado de cada sesin. Y, desde luego, correr tampoco es la nica opcin para estar en forma. Cada uno es libre de elegir la opcin que mejor se adapte a sus necesidades o inquietudes.
Hacer ejercicio, al menos desde la perspectiva de la salud, es un baln de oxgeno para el cuerpo, la mente y el alma. Es dedicar media hora, 45 minutos o lo que tengamos, a cuidarnos. Es reservar un hueco fijo en nuestra agenda para mimar nuestros msculos y articulaciones. Pero tambin para escuchar la msica que nos gusta o para charlar con los compaeros del gimnasio sobre lo divino y lo humano. Porque el deporte tambin es eso: un acto social que nos reconforta, nos ayuda a evadirnos, a soltar ‘lastre’ y a encarar lo que nos venga luego dopados hasta las cejas de endorfinas.
Porque la verdadera pastilla mgica no es la SLU-PP-332, sino hacer deporte. Y el da que interioricemos eso, nos ir muchsimo mejor.