La viceportavoz primera del BNG, Olalla Rodil, ha reducido este lunes la comercializadora de energía que anunció la pasada semana el presidente gallego, Alfonso Rueda, a una «cortina de humo» destinada a «seguir beneficiando al lobby energético». Más allá de eso, ha sugerido, en un acto público frente a los medios, que la empresa incurrirá en la práctica conocida como ‘dumping’ –la venta a precios desleales por fijarse demasiado a la baja– y ha proclamado que, en ese caso, su actividad estaría quebrando la normativa y, por tanto, sería «ilegal». Apoyándose en ese argumento, ha llamado a la Xunta a aclarar si la diferencia «se pagará con dinero público».
Rodil, que ha estado acompañada en Santiago por el portavoz de Energía del Bloque, Xosé Manuel Golpe, ha acusado a la iniciativa autonómica de proponerse «comprar la energía a las grandes productoras» que impulsan los nuevos parques eólicos «para venderla por debajo del precio de mercado», lo que conllevaría realizar «’dumping’» y sería «ilegal». Para compensar el desequilibrio, ha lanzado al Gobierno gallego la pregunta de si contempla la aportación de fondos públicos o si se hará cargo la parte privada de la sociedad mixta Recursos de Galicia, que impulsa el proyecto.
En cualquier caso, la viceportavoz nacionalista ha afeado la propuesta de la Xunta por considerarla nada más que «una gran cortina de humo»: «Es propaganda para intentar hacernos creer a todos que están haciendo algo cuando lo único que está haciendo el PP es seguir avanzando hacia delante en esa política depredadora, en esa política energética al servicio de las empresas amigas», ha recriminado.
En pleno panorama marcado por la parálisis de más de medio centenar de parques eólicos por parte del TSXG, pese a contar todos ellos con el visto bueno autonómico, Rodil ha asegurado que «el gobierno de Rueda intenta calmar el enorme malestar social que está causando su boom eólico depredador y la inseguridad jurídica generada en el sector por la propia Xunta».
Contraponen su propuesta
Ninguno de los dos representantes de la formación nacionalista ha dejado pasar la oportunidad de contraponer su propia propuesta. Según ha expuesto Golpe, se basaría en una empresa de energía «100% pública» que abarcaría «todo el arco en el mercado eléctrico e en el energético» –producción, distribución y comercialización– y también en la creación de una tarifa eléctrica gallega. El objetivo, sin embargo, sería el mismo que se marca la anunciada por la Xunta: «comercializar la energía a precios que permitan la competitividad de las empresas y también luchar contra la pobreza energética», ha dicho el portavoz de Energía del Bloque.
En cuanto a su idea sobre una tarifa específica para Galicia que atienda a su exceso de generación –que va «de un 47% a un 50%» en función del año, cifró Golpe–, insistió en que «nada impide» que se establezca –al menos, atendiendo a la normativa estatal–, y apeló a su utilidad tanto para «impulsar la reindustrialización» como para «abaratar la factura eléctrica del tejido social e industrial».