El Consell ha modificado la ley de l’Horta valenciana, en vigor desde 2018, y el plan de acción territorial que la desarrollaba. El Ejecutivo de Carlos Mazón ha suprimido el Consell de l’Horta, su órgano rector, y además permitirá el uso residencial y dotacional en las parcelas de huerta con menor protección (huerta grado 3). El consejero Vicente Martínez Mus, titular de Territorio y Medio Ambiente, ha explicado que el cambio, que ya se anunció antes de la dana, servirá para abordar “carencias y obstáculos surgidos desde su aprobación en 2018″ —algunos de sus preceptos obstaculizaban nuevos desarrollos urbanísticos—, que se han visto agravados por la riada del pasado 29 de octubre de 2024.
El decreto ley suprime el Consell de l’Horta, el órgano que regula la gestión de estos suelos, con el objetivo de simplificar estructuras, ahorrar costes y evitar duplicidades. Sus competencias son traspasadas tras el cambio legal a las consejerías de Territorio y de Agricultura. El Consell argumenta los cambios legislativos en que son necesarias “acciones inmediatas para facilitar la rehabilitación y reconstrucción de la huerta, un espacio valioso por su riqueza agraria, natural, cultural y paisajística”.
El decreto ley aprobado por el Consell modifica diferentes puntos de la ley y del plan de acción territorial “para abordar con urgencia la rehabilitación de infraestructuras hidráulicas y evitar demoras en el inicio de obras que podrían afectar negativamente a las zonas más afectadas”, advierte el Gobierno valenciano en referencia a los trabajos de conexión pendientes de los barrancos del Poyo y La Saleta con el nuevo cauce del Turia.
La modificación altera también la ordenación de los enclaves de recuperación de l’Horta de Valencia, eliminando el límite temporal que impedía solicitar nuevos ámbitos para su declaración porque, según el Consell, ha actuado de impedimento legal y ha causado perjuicios a las personas propietarias y ha obstaculizado la regeneración de terrenos.
El Gobierno presidido por Carlos Mazón ha corregido además el Plan de Acción Territorial de l’Horta para abordar la situación generada por las inundaciones. Así, se clarifica el régimen jurídico de los núcleos tradicionales legalmente asentados en el medio rural, y se ha introducido el uso residencial dotacional en las parcelas de Huerta Grado 3, tanto en los municipios directamente afectados por la riada como en otras localidades que también precisen soluciones frente a la emergencia habitacional.
El nuevo Plan de Acción Territorial y Dinamización de l’Horta de Valencia, que se aprobó a finales de 2018 preservaba más de 11.000 hectáreas de suelos agrícolas y tenía previsto recuperar cerca de 250 hectáreas de huerta y un centenar de edificaciones tradicionales.
L’Horta, que por entonces había reducido su extensión en las últimas décadas ante el avance de la construcción, es “el ejemplo europeo mejor conservado de la huerta mediterránea”. De hecho, especialistas de las universidades de Harvard, Oxford y de London School se han interesado por este ecosistema único por su singularidad.
La regresión de la huerta en los años del desarrollo urbanístico ha sido importante: en el último medio siglo este suelo de alto valor agrícola —capaz de ofrecer hasta cuatro cosechas en solo un año— había retrocedido un 64%.
