Edvard Munch decía de sí mismo que, en su arte, intentaba diseccionar almas. Este precursor del expresionismo, considerado como el mejor pintor de Noruega, basó sus composiciones artísticas en temas como las tragedias humanas y los sentimientos. Y El Grito es, quizá, la quintaesencia de su intención artística.
Considerada por algunos críticos la obra de arte más importante de la era moderna y conocida como la «Mona lisa» del arte moderno, El Grito lleva una marca indeleble en la historia del arte debido a su capacidad única para expresar el dolor, la ansiedad y el miedo de una manera tan cruda y real.
Datos interesantes sobre «El Grito» de Edvard Munch
1. El título original que le dio Edvard a la obra fue “Der Schrei der Natur” que traduce del alemán «El grito de la naturaleza». También es llamada The Cry (el llanto).
2. El Grito representa el terrible ataque de ansiedad que le dio una vez mientras paseaba con unos amigos. Pintar sus sentimientos era su terapia. El artista decía que pintó «lo que sentí, no lo que veo ni lo que vi».
3. Hay una explicación del cuadro escrita por el mismísimo Munch en su diario un 22 de enero de 1892 que dice así:
“Estaba caminando con dos amigos mientras terminaba el atardecer, cuando de repente el cielo se volvió rojo sangre, pause porque me sentía exhausto y me recosté de la cerca. Había sangre y lenguas de fuego encima del reflejo negro y azul de la ciudad. Mis amigos siguieron caminando mientras yo me quedé temblando de la ansiedad y ahí sentí el grito infinito de la naturaleza.»
Edvard Munch
4. Fue la inspiración de la máscara de la famosa película de terror Scream y del emoji de WhatsApp que representa una cara sorprendida.
5. El grito tiene 5 versiones pintadas por Edvard Munch. El concepto se mantiene intacto, lo que cambia son los materiales. Hizo dos en óleo, dos en témpera y una en litografía.
6. El artista le atribuye el éxito de su pintura a sus enfermedades mentales. Sufría de depresión y ansiedad. En su diario escribió: «Mi miedo hacia la vida es necesario para mí, sin ansiedad y sin enfermedad, soy un barco sin timón. Mis sufrimientos son parte de mí y de mi arte. Si se destruyen, se destruye mi arte».
7. Debido a su fama y su valor, ha sido víctima de varios robos que la han deteriorado. Los más resaltantes fueron en la ciudad de Oslo, Noruega, uno en 1904 en la Galería Nacional de Arte y el segundo en 2004 en el Museo Munch.
Detrás de «El Grito», la vida de su autor
La vida de Edvard Munch tristemente refuerza el cliché del “artista atormentado” debido al contacto que tuvo con las enfermedades mentales, las adicciones, la muerte, los problemas familiares y a su personalidad impulsiva.
La muerte lo marcó desde la infancia, ya que su madre murió de tuberculosis cuando aún era bebé y unos cuantos años más tarde la misma enfermedad se llevó a una de sus hermanas.
En aquel momento se creía que la tuberculosis era una enfermedad hereditaria, por lo que Munch se sentía acechado por ella y por las enfermedades mentales paternas.
Entender su contexto nos ayuda a comprender la forma en que sus experiencias se ven reflejadas en sus pinturas. Munch buscaba “diseccionar el alma”, descubrir de qué están hechas las emociones humanas.
Las pinturas de Munch son melancólicas, muestran los efectos de la ansiedad, la desesperación, la muerte y la enfermedad, y una de las principales características lo ayudó a reflejarlas, su pincelada marcada y agresiva.
En 1885 pintó La niña enferma, un cuadro inspirado en la muerte de su hermana, después de él su obra nunca volvió a ser la misma y empezó a caracterizarse por el estilo por el cual lo conocemos hoy en día. Así llegó El Grito, su obra maestra.
Munch murió en 1944, retirado, casi ciego, debido a las cataratas en sus ojos y en la lista de los artistas degenerados del partido Nazi.