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Los accionistas de Globalia, matriz de Air Europa, aprobaron un megadividendo de 28 millones de euros solo cinco meses antes de que se les concediera el aval público del Instituto de Crédito Oficial (ICO), en un préstamo de 141 millones para mitigar los efectos de la pandemia. Según ha confirmado THE OBJECTIVE en fuentes conocedoras, esta retribución se cobró en diciembre de 2019, 74 días antes de que se decretara el estado de alarma que paralizó completamente la actividad de la compañía y por lo que tuvo que devolver el importe de los vuelos que tenía programados para meses posteriores.
Las cuentas de 2019 de Globalia (presentadas a mediados de 2020) indican además que este no fue el único dividendo cobrado ese año. Se aprobó una retribución por importe de seis millones a cuenta del resultado del ejercicio 2019, realizado en marzo; otro por valor de seis millones con cargo a reservas de libre disposición, en mayo de ese mismo año; y un tercero por importe de 28 millones con cargo también a reservas de libre disposición, ejecutado en diciembre. En total, 40 millones en un curso en el que la matriz de Air Europa ganó 94 millones de euros.
Estos 40 millones se distribuyeron entre los accionistas de Globalia, mayoritariamente la familia Hidalgo, en una proporción en función de la representación accionarial. El patriarca Juan José Hidalgo, un 51%; su hijo Javier Hidalgo, por entonces consejero delegado, un 17%; Cristina Hidalgo (7%); María José Hidalgo (5%), Juan Antonio Hidalgo (9%) y Abel Matutes (5%), ministro de Exteriores de José María Aznar entre 1996 y 2000 y el único ajeno a la familia.
Irrupción de la pandemia
A las pocas semanas (en mayo), Air Europa obtendría un préstamo de 141 millones con el aval público del ICO, y 11 meses después (en noviembre) el salvavidas de 475 millones, el mayor que daría el fondo de rescate aprobado en pandemia, articulado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). En marzo de 2021 se concedieron otros 320 millones con esta misma herramienta a Avoris, que estaba participada a partes iguales por Globalia y Barceló.
En el entorno de la compañía se asegura que el cobro de este dividendo y la solicitud de los rescates no tienen ninguna relación, en primer lugar porque en diciembre nadie sabía del impacto que podría tener el virus en todo el mundo. Por lo demás, se indica que se cobró íntegramente antes de que expirara 2019, lo que aleja cualquier tipo de vinculación con la pandemia. Además, al ser una remuneración recibida por los accionistas, el uso que se haga de estos montantes -incluso una eventual devolución- es algo que escapa a la gestión de la compañía.
De otro lado, quienes critican la concesión de esta ayuda entienden que una eventual restitución del dividendo (o devolución en forma de aportación patrimonial) podría haber ayudado a mitigar la crisis posterior o al menos a reducir la factura final del rescate de Air Europa. En cualquier caso, esta remuneración no infringe ninguna normativa en la recepción de ayudas públicas, ya que se produjo meses antes (incluso en el año natural anterior) de la concesión de todos los préstamos. A partir del aval ICO, y la posterior ayuda del Fasee, sí que se bloqueó la concesión de estos dividendos hasta que se devolviera el principal, algo que hasta la fecha no ha pasado en ninguno de los dos casos.
Préstamo ICO
El problema es que a los pocos días de aprobar el dividendo comenzaría a irrumpir con fuerza el virus y en pocas semanas se convirtió en pandemia. Solo tres meses después se decretó el estado de alarma y con él la limitación de movimientos y la práctica cancelación de los vuelos comerciales dentro y fuera de España. Al terminar marzo, la caída del tráfico aéreo fue del 97% y los ingresos de Air Europa y de todas las aerolíneas se fueron a cero. Esto hizo que en abril la compañía comenzara a negociar un préstamo con el aval público del ICO -que garantiza un 70% del importe en caso de impagos- por 141 millones, montante que finalmente fue aprobado el 18 de mayo de 2020.
Esta financiación se encuadra en el marco establecido por el Gobierno español para mitigar el impacto económico del covid. Su vencimiento inicial era en 2025, pero en 2021 se acordó extenderlo hasta 2028 y el periodo de carencia hasta mayo del ejercicio 2022. Hasta la fecha, Air Europa no ha devuelto este préstamo ni hecho amortizaciones, pese a que en agosto de 2024 se publicó que tenía intención de hacerlo. Decidieron esperar hasta primavera de 2025, aprovechando una ventana para liquidarlo sin penalización por amortización anticipada.
Ayuda de Air Europa
Por otro lado, Air Europa solicitó en julio de 2020 (siete meses después del dividendo) la concesión de otro préstamo, esta vez del entonces recientemente creado Fondo de Ayuda a la Solvencia de las Empresas Estratégicas (Fasee). Después de muchas negociaciones con el Gobierno, se les concedieron 475 millones de euros en noviembre de ese año, con un plazo de seis años «para respaldar su liquidez durante y después de la pandemia». Fueron 240 millones en un crédito participativo (que el Estado puede convertir en acciones en caso de impago) y otros 235 millones de un préstamo ordinario.
Al igual que el crédito ICO, este préstamo tampoco se ha amortizado; tienen hasta finales de 2026 para hacerlo, si no hay prórroga. En la compañía se buscan fórmulas para pagarlo que pasan por la aportación de sus socios, ya sea mediante la ampliación de capital o la entrada de un nuevo accionista que aporte esta liquidez. En cualquier caso, se descarta hacer gestiones para obtener un nuevo préstamo, ya que el objetivo es cancelar el principal cuanto antes. A finales del año pasado, Air Europa hizo una ampliación de capital para evitar la disolución en la que Globalia aportó 65 millones e IAG (dueños del 20%) otros 16 millones.