El exdirector de comunicación de Esquerra Republicana, Tolo Moya, ha denunciado este sábado ante la dirección del partido la “falta de garantías” con que se ha llevado el expediente disciplinario abierto en su contra por su supuesta participación en la pegada de unos carteles que denigraban a los hermanos Maragall. Que personas que están directamente implicadas en el caso -defiende Moya- formen parte de la Comisión Ética que investigó los hechos es irregular y asegura que ese es el caso de la secretaria general, Marta Rovira. El extrabajador no relaciona a la líder interina de los republicanos con la campaña contra los Maragall, pero sí dice tener pruebas de que ella, en marzo, pedía realizar actividades de “difusión en B”.
El escrito de Moya, que adelantó El Periódico de Catalunya y al que también ha tenido acceso este diario, asegura que existen pruebas que demostrarán que Rovira “pedía hacer acciones” en el marco de las “campañas en B” del partido, en las que “todavía participaban” las personas involucradas en el caso de los carteles. El exdirector de comunicación también cree que el vicesecretario de Comunicación, Oriol Duran, y el gerente, Jordi Roig, también estarían invalidados para pronunciarse sobre este caso en la Comisión Ética.
“No es en absoluto procedente que personas que han estado directamente implicadas en el pago de las facturas de los autores materiales del caso o en su encubrimiento formen parte de la Comisión que dirime las responsabilidades del mismo”, dice el texto. Moya aboga porque sea la Comisión de Garantías el órgano del partido que se encargue de estudiar los cuatro expedientes que se anunciaron el pasado viernes. Uno es calificado de muy grave —podría implicar la expulsión de la militancia—, el otro grave y el resto tienen la calificación de leves.
El partido oficialmente no ha revelado los nombres de los afectados por los expedientes. El nombre de Moya se vio envuelto en el escándalo después de que fuera el propio Maragall quien le señalara como responsable de los carteles. Pese a la retirada de la denuncia sobre el caso, la policía pudo certificar posteriormente no solo que ese había pagado a tres personas por pegar los carteles en Barcelona sino que además se intentó comprar su silencio con 50.000 euros.
La polémica ya se ha llevado por delante a quien fuera el viceconsejero de comunicación del Govern, Sergi Sabrià, que, sin embargo, ha negado cualquier responsabilidad en la campaña. El enfrentamiento por la responsabilidad de los carteles llega además en un momento de máxima tensión interna en ERC, a causa de la pugna entre quienes abogan por un cambio de caras en el partido —el entorno de Rovira— y quienes apoyan a Oriol Junqueras en su apuesta por revalidar el liderazgo. Moya se ha alineado con el expresidente de la formación en este debate.
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