El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, ha explicado que el F-18 que se ha estrellado este mediodía en Peralejos (Teruel), cuyo piloto ha fallecido, volaba junto a otro caza de la Ala-12 de Torrejón de Ardoz (Madrid) que dio la voz de alarma, avisando del lugar aproximado del accidente, y que volvió a su base.
Beltrán ha visitado el lugar del accidente, ocurrido en torno a las 12.30 horas de este viernes, donde dos aviones monoplaza, ha dicho, estaban haciendo un ejercicio.
El delegado ha explicado que «prácticamente todos los días de todas las salas de combate del Ejército del Aire vuelan parejas de aviones para diferentes tipos de maniobras», aunque no ha precisado de qué ejercicio se trataba el que estaban haciendo estos dos aviones.
Beltrán ha explicado que de la investigación de las causas del accidente se ha hecho cargo el juzgado de instrucción número 1 de Teruel, que pondrá sus pesquisas en conocimiento del juez togado, encargado del asunto al tratarse de un procedimiento militar. También participarán en la investigación los servicios centrales de investigación de accidentes aeronáuticos.
Ha añadido que el juzgado de instrucción ya está levantando los restos del avión y del cadáver «para evitar que queden expuestos innecesariamente durante un tiempo» y que se ha establecido, por parte de la Guardia Civil, un dispositivo de vigilancia y custodia de los restos del avión.
La caja negra del avión
Será el análisis de la caja negra del avión, ha indicado, el que arrojará datos sobre el estado de todos los sensores y de la aeronáutica del aparato en el momento del incidente, aunque ha insistido en que, al estar los restos tan esparcidos, el procedimiento será difícil.
También se tomará declaración al piloto del otro avión, para que informe de todas las evidencias que haya visto desde el aire.
Preguntado por las circunstancias por las que el piloto no pudo eyectarse, Beltrán ha dicho que es «imposible determinarlo en un momento tan preliminar de la investigación».
