Hace ya 20 aos que la pequea aldea de Cans (en el municipio de O Porrio, en Pontevedra) ya no es lo que era. Detrs de su transformacin estn unos lugareos que decidieron, cuando empezaba el siglo XXI, montar un festival de cortometrajes en su tierra, inicialmente sin muchas ms pretensiones que mostrar el talento emergente de Galicia. Su cita ha acabado creciendo hasta convertirse no slo en un gran altavoz para los nuevos cineastas de la zona, y en todo un reclamo para los amantes del cine, sino tambin en una motivacin especial para los apenas 400 habitantes del pueblo.
Aunque suene parecido, Cans no es Cannes. Aqu el verdn de la pradera y el amarillo paja de las cuadras ponen el color autctono a su particular alfombra roja. Las limusinas no existen pero estn los chimpines, que es como se llaman unos simpticos tractores domsticos que trasladan de un lugar a otro a pblico e invitados, con un garbo a lo Emir Kusturica.
Hay tambin algunos galpones y cobertizos cedidos por los vecinos para proyectar las pelculas y, adems, se engalanan incluso mejor que los balcones de Bienvenido, Mr. Marshall. S, nada es como en la Costa Azual pero tampoco es eso lo que se pretende. Nosotros tambin tenemos algo que ellos no tienen: una aldea maravillosa y un alma transversal y transgeneracional que nos diferencia. Ah y tambin tenemos el agroglamour!, comenta el director del festival, Alfonso Pato.
Contraprogramando como siempre a su homlogo galo (cuyos organizadores, como curiosidad, conocen ya la existencia de Cans), en el festival se pueden ver cortometrajes pero tambin otras piezas audiovisuales como documentales, videoclips o webseries. Se puede disfrutar tambin de msica en directo, coloquios con cineastas y un sinfn de actividades paralelas para todos los pblicos en un entorno totalmente rural. Cans vive cada ao unos das muy especiales para los visitantes (ms de 13.000 el ao pasado!), pero, sobre todo, para los propios vecinos, que siempre se vuelcan por completo con el festival. Desde nios los de siete aos que colaboran guindote por la aldea hasta los vecinos ms mayores, de 80 o 90, que te abren de par en par las puertas de sus casas. Es muy emocionante.
Fernando Trueba, Luis Tosar, Emma Surez, Jos Sacristn, Mara Vzquez… son algunos de los rostros conocidos que han llegado a Cans como estrellas y han salido como vecinos. Pero en el palmars de la memoria del pueblo est Jos Luis Cuerda que, en la edicin de 2015, como si de una secuela ms de Amanece que no es poco se tratara, desapareci por completo durante tres horas. No apareca, no sabamos donde estaba. Estuvimos horas buscndolo hasta que lo encontramos pasndoselo pipa en una casa del pueblo. El tipo haba apagado el mvil y ah estaba, comiendo y bailando como uno ms, junto con otras 50 personas, recuerda Pato, entre risas. Es una de las mil divertidas ancdotas que han ido acumulando con el paso del tiempo.
Este ao, del 21 al 25 de mayo, Cans volver a vestirse de gala para dar la bienvenida a la XXI edicin de su festival. Y aunque an estn trabajando en la programacin, no hay duda de que la protagonista volver a ser esa sensacin generalizada de emocin tan bonita que se respira ao tras ao. Eso s, Pato insiste: Tenis que venir. Nada de lo que yo os estoy contando ahora mismo superar el venir aqu y vivirlo en primera persona.