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Cantar en la ducha nunca ha sido tan recomendable. Lejos de ser solo una necesidad o un pasatiempo, este pequeño concierto íntimo puede convertirse en un gran aliado del autocuidado, ya que, según numerosos estudios, con el canto bajo la ducha liberamos tensiones acumuladas, oxigenamos nuestros pulmones y reforzamos nuestro sistema inmunitario.
Este ritual íntimo, además, conecta cuerpo y mente, pues mientras la música alivia el estrés —a través de la reducción de cortisol—, la respiración fortalece la musculatura torácica y las vibraciones vocales estimulan la producción de anticuerpos. Además, en la intimidad de la ducha se crea un espacio libre de juicios que alegran a cualquiera: las endorfinas fluyen, la autoestima se refuerza y el buen humor aparece o se refuerza.
Las cinco razones por las que debes cantar bajo la ducha
Como hemos mencionado, hay numerosos estudios y revisiones científicas que han analizado los efectos de cantar —incluido hacerlo bajo la ducha— sobre la salud física y mental. Y todo es bueno:
1. Alivio del estrés y regulación hormonal
Diversos estudios han analizado cómo cantar influye en la producción de cortisol, conocido como la “hormona del estrés”. En 2017, un grupo de investigadores midió los niveles de cortisol en la saliva de participantes antes y después de una sesión de canto individual, observando una disminución significativa tras cantar, lo que indica un efecto relajante inmediato. Además, estas reducciones de cortisol se producen tanto cuando se canta en solitario como en grupo, por lo que quizá puedas cantar en la ducha con alguien y ‘matar dos pájaros de un tiro’.
2. Refuerzo del sistema inmunológico
Cantar no solo relaja, sino que también estimula las defensas del organismo. Un experimento de 2004 comparó a personas que cantaban con aquellas que solo escuchaban música; los primeros presentaron niveles de inmunoglobulina A (sIgA) más elevados, un anticuerpo esencial en la barrera mucosal contra virus y bacterias. Este hallazgo sugiere que la vibración de las cuerdas vocales y la respiración profunda que va unida al canto potencian la respuesta inmunitaria, un efecto que puede potenciarse en un entorno húmedo como el de la ducha gracias a la hidratación natural de las vías respiratorias.
3. Mejora de la función respiratoria y tonificación muscular
Cuando cantamos, el diafragma, los músculos intercostales y las mucosas de la laringe trabajan de forma coordinada: el control del flujo de aire fortalece la musculatura respiratoria y favorece una mayor oxigenación sanguínea. El calor y la humedad del baño, además, ayudan a mantener flexibles las cuerdas vocales, lo que puede reducir la fatiga vocal.
4. Bienestar psicológico y autoexpresión
Lo más destacado es quizá lo que sucede a nivel psicólogico, pues al cantar en la ducha se estimula la liberación de endorfinas y dopamina, neurotransmisores relacionados con el placer. Al respecto, investigadores de la Universidad de Manchester descubrieron que el sáculo, un pequeño órgano en el oído interno, responde a frecuencias comunes en la música y está conectado a la parte del cerebro responsable de registrar el placer. Este sáculo solo responde a sonidos de baja frecuencia y alta intensidad, como el canto, y responde a los pocos segundos de escucharlo.
Así, al cantar, se obtiene placer inmediato, independientemente de cómo les suene a los demás. «Si no hay críticas ni menosprecios de nadie que te causen malestar, la experiencia de cantar en la ducga será placentera y también liberarás endorfinas, las típicas que dan placer. Cantar produce una catarsis en todo el espectro emocional. Puede brindar una sensación de felicidad directa y real. Es un estimulante del ánimo y un antidepresivo sin efectos secundarios. Y no es ninguna novedad para los profesionales de la salud que la salud mental y la física están íntimamente relacionadas», aseguran los expertos.
5. Conexión interpersonal bajo el agua
Un curioso estudio encargado por Plumbworld reveló que cantar en la ducha es mejor incluso en pareja, ya que no solo refuerza la complicidad sentimental, sino que incluso puede reducir la probabilidad de ruptura. Según sus datos, compartir este momento de diario aumenta la liberación de dopamina y atenúa los niveles de cortisol, favoreciendo un ambiente de comunicación más empático y cercano, lo que sin duda marca el devenir de muchas parejas.
¿Y qué canciones son mejores?
Obviamente, sobre gustos no hay nada escrito, así que si vas a cantar en la ducha lo mejor es que te pongas lo que a ti te gusta. Sin embargo, si no tienes ideas claras, quizá te interesen las conclusiones a las que ha llegado un estudio realizado por Showers to You, que ha analizado las características de audio de la popular lista de reproducción Canciones para cantar en la ducha, en inglés. El experiento clasificó las canciones en función de múltiples variables: pulsaciones por minuto, bailabilidad, intensidad, volumen, acústica, densidad de vocabulario y porcentaje de palabras repetidas, revelando finalmente las mejores canciones para cantar en la ducha.
Así, se llegó a varias conclusiones, como que la canción Shivers de Ed Sheeran es la mejor canción para cantar en la ducha con una puntuación de 8,87/10, seguida de The Sweet Escape de Gwen Stefani (8,8/10) y Dynamite de Taio Cruz (8,69/10).
Glad You Came de The Wanted cierra el top 15 con una puntuación de 8,22/10. Y también destaca This is What You Came For de Calvin Harris, que fue catalogada como la canción con más energía (93/100).
Ahora solo te queda ponerte a ello, si así lo consideras, claro.
