El injerto de piel es un tratamiento médico más habitual de lo que podemos pensar. Hay diversas razones por las que un paciente puede necesitar un trasplante de piel, entre las que se encuentran infecciones que causan la pérdida de gran cantidad de piel, quemaduras, cuestiones estéticas, para la cirugía del cáncer de piel, úlceras venenosas, heridas muy graves o una herida que un cirujano no ha sido capaz de cerrar, entre otros motivos.
Sira Pion es la protagonista de un caso real. A causa de una quemadura que le afectó a todo el brazo, tuvo que someterse a una cirugía de trasplante de piel.
«Me puse de valiente al querer apagar un incendio, me cayó aceite caliente en el brazo y se me fue toda la piel, me quemé todo el brazo», explicó a Diario Libre.
Sira fue al hospital, pero tuvo la mala suerte de que era fin de semana y tuvo que esperar hasta el lunes para hacerse el injerto de piel. «Me tomaron la piel del muslo derecho y me la pusieron en el brazo», confirmó.
En algunos casos, cuando hay más tiempo entre el accidente y la operación, los médicos deciden cubrir la herida con otra piel. Para esta cubierta hay dos opciones: piel humana o piel de cerdo. La piel cadavérica es mejor, pues «es más fina, tiene menos grasa y es una lámina mejor porque tiene un poquito de colágeno, pero los resultados son los mismos», explicó a Diario Libre el jefe de Cirugía Plástica del Hospital Salvador B. Gautier, Severo Mercedes. Esta piel, entre otras ventajas, ayuda a prevenir infecciones.
A Sira, antes del trasplante, los médicos le limpiaron la herida. «Casi pierdo el conocimiento por el dolor«. Para hacer la limpieza, no le pusieron anestesia. Es por esto que el dolor fue enorme. «No hay forma de explicarlo», añadió.
Sin embargo, en la cirugía sí que le pusieron anestesia. «No recuerdo cuánto duró la operación», expresó. Todo salió bien, no necesitó de un segundo trasplante.
La única forma de hacer un injerto definitivo es con su propia piel. La de un donante solo es temporal. Así pues, si usted no tiene un gemelo homocigoto, deberá usar su propia piel. Es la única forma. ¿De dónde extraen los médicos la piel para el injerto?
Según MedlinePlus, sitio especializado en información sobre salud, cualquier zona del cuerpo es válida. Sin embargo, se utilizan zonas con más cantidad de piel que se ocultan con las ropas, como los glúteos o la parte inferior del muslo.
En el caso de Sira, retiraron piel de su muslo derecho y se la trasplantaron al brazo izquierdo, lugar donde tenía la quemadura. Así fue la cirugía:
Los médicos tomaron la piel de su muslo, llamado el «sitio donante«. Luego extendieron con cuidado el injerto en la zona descubierta de la quemadura. Dependiendo de cómo es la herida, se sostiene de una forma u otra. Puede ser con un vendaje, con grapas o unos cuantos pequeños puntos de sutura. En su caso, con una herida que alncanzaba casi todo el brazo, le aplicaron grapas y luego vendaron la zona.
Tras la operación vinieron unos meses de «mucha terapia para mantener la elasticidad en la piel«. Sira tuvo una buena recuperación. «Gracias a Dios se me adherió toda la piel y no tuve ningún tipo de rechazo». Sin embargo, muchas veces la piel no se adhiere a la primera, por lo que «los doctores esperaban tener que hacer una segunda operación», confirmó.
Tal y como informó la doctora Renata Quintana, exdirectora de la Unidad de Niños Quemados ubicada en la ciudad de Santiago.»Con la donación de tejidos o de la piel se puede contribuir a salvar la vida de hasta cinco personas con quemaduras u otros tipos de lesiones que involucren tejidos«.
Después de toda esa experiencia y de haber sufrido mucho, Sira explicó que tuvo «un final feliz, el brazo tiene todos sus movimientos, no tengo ningún impedimento».
Nadie sabe si algún día necesitará un injerto. Si la sociedad no toma conciencia sobre el tema y no hay donantes, ¿qué piel recibiremos cuando más la necesitemos?