Más aire para una de las empresas energéticas de moda en los últimos años que había entrado en una situación de bloqueo casi total por sus problemas económicos. El titular del Juzgado de lo Mercantil número 5 de Barcelona ha homologado el plan de reestructuración de la deuda pactado por Holaluz con la banca acreedora en marzo, después de que entrara en juego un nuevo inversor, Icosium Investment, que prevé la inyección de unos 22 millones de euros.
En una comunicación al BME Growth, donde cotiza, la compañía que preside Carlota Pi ha explicado este martes que este juzgado ha notificado el auto por el que acuerda la homologación judicial de este plan, al que se adhirió el 79% del pasivo financiero, entre ellas la principales entidades bancarias del país.
El magistrado Florencio Molina López ha dado luz verde al plan de homologación tras comprobar que los requisitos “objetivos, subjetivos y formales” marcados por la ley concursal se cumplen. En su resolución, afirma que el plan es adecuado para garantizar la viabilidad de la comercializadora de energía renovable, que en la actualidad se encuentra en una situación de insolvencia “inminente”, que le impide “atender regular y puntualmente sus obligaciones exigibles dentro del trimestre siguiente a la formalización del plan”. En esta línea, asegura que la aportación de fondos por parte de Icosium es “fundamental” para la continuidad del negocio y reducir las deudas pendientes con productores y proveedores.
De acuerdo a lo recogido en el auto dictado este lunes, el escenario de Holaluz es el siguiente: una deuda vencida con los proveedores de 50 millones de euros; avales ejecutados por el importe de 5,2 millones y una dependencia a la financiación comprometida por su nuevo socio, que condiciona la efectividad del plan, entre otros factores. Asimismo, señala que la compañía atraviesa dificultades debido, en gran parte, a que los ingresos cayeron un 42% en 2023 por el descenso de los precios de la electricidad y por la “pérdida progresiva de clientes por tensión financiera y mayor competencia”.
Por otro lado, el magistrado señala que también se cumple la condición de que el plan haya sido aprobado por la totalidad de los créditos afectados. De hecho, apunta que se ha superado ampliamente las mayorías cualificadas previstas en la normativa. Aun así, el juez Molina López subraya que el plan afecta “exclusivamente” a créditos financieros, lo que evita “poner en riesgo la continuidad del negocio al no afectar la relación con proveedores y clientes esenciales para la operativa diaria”.
La comercializadora dijo en marzo que ese plan de refinanciación de la deuda no contemplaba quitas y que incluía préstamos, instrumentos de circulante, pagarés MARF y avales para garantizar la continuidad del negocio más allá de 2028. “En conjunto, el plan de reestructuración y el plan de negocio asociado buscan dotar al deudor de mayor plazo y solvencia/liquidez para superar la situación de insolvencia inminente, permitiéndole recuperar la estabilidad operativa y generar la caja necesaria para cumplir con sus obligaciones”, concluye la resolución.
Holaluz cerró 2024 con unas pérdidas de 31,5 millones de euros, un 14% interanual más, y una deuda de 41,1 millones, frente a los 65,4 millones de un año antes por la cancelación de la línea de SEPA de 11,1 millones, líneas de crédito de dos millones no renovadas y la reducción del saldo pendiente de los pagarés emitidos en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF).
