Jesús Pradales, el hombre acusado de matar y descuartizar a su pareja Juana Canal en Madrid en febrero de 2003, ha sido declarado culpable según el jurado popular. Ahora, el juez deberá decidir qué pena impone al acusado. La fiscalía y la acusación particular, ejercida por Juan Manuel Medina, solicitan 15 años de prisión por homicidio con agravante de parentesco y de género, respectivamente. La defensa, representada por Juan Luis Salgado, pedía que se absolviera a su cliente a considerar que él no tuvo responsabilidad en quitar la vida a su pareja.
Juana Canal desapareció de su casa, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal, el 23 de febrero de 2003. Su hijo Sergio llegó a casa por la mañana, su madre no estaba y el que era su pareja entonces, Jesús Pradales, se había llevado sus cosas. Al no tener noticias de ella al final del día, el chico denunció su ausencia. El novio de Canal desapareció de la vida de la familia y no se involucró en las labores de búsqueda.
Su paradero fue una incógnita durante 16 años, hasta que el 17 de abril de 2019 unos excursionistas hallaron un cráneo y un fémur mientras daban un paseo en un paraje de Ávila. Unos meses después, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses halló una coincidencia entre el ADN obtenido de esos restos y el de la base de datos en la que todos los familiares de desaparecidos dejan una muestra. Se trataba de Juana Canal. Sin embargo, el caso aún siguió parado dos años más. El juzgado de Ávila no pudo contactar con el denunciante de la desaparición, el hijo de Juana, pues había muerto años atrás. Después llegó la pandemia y hasta 2022, con la llegada de un nuevo jefe a la Guardia Civil de Ávila que ordenó revisar los casos pendientes, no se hicieron gestiones para encontrar a más familiares.
Fue entonces cuando todo se puso en marcha y la Policía Nacional y la Guardia Civil comenzaron una investigación conjunta para encontrar al culpable de la que, a todas luces, había sido una muerte violenta. El tiempo corría en su contra, apenas faltaban unos meses para la prescripción.
No fue difícil dar con un sospechoso. Los huesos fueron hallados junto a la finca de Jesús Pradales, la pareja en 2003 de Juana Canal. Además, revisando el expediente del caso, descubrieron que la noche en la que la mujer desapareció, esta había llamado a la policía a las 2.26 pidiendo que una patrulla acudiera a su casa. Por desgracia, los investigadores no encontraron a los agentes que esa noche fueron al domicilio ni existía un parte de intervención. También averiguaron que el hombre se había casado pocos meses después de la desaparición de Juana y que le constaban antecedentes por maltrato a su nueva pareja, aunque había sido absuelto de todas las acusaciones.
Tras su detención en octubre de 2022, Pradales acabó confesando que, en medio de una discusión, su pareja había muerto y él, asustado, descuartizó el cuerpo y lo enterró en un paraje cercano a una finca familiar en Ávila. No obstante, ofreció varias versiones de cómo se había producido esta muerte, desde que no vio el momento, hasta que sucedió como consecuencia de un manotazo, pasando por un golpe con una mesilla.
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En su momento, el caso de Juana no se investigó a fondo porque no existían protocolos de las que ahora se consideran desapariciones de alto riesgo y tampoco existían líneas de actuación contra la violencia de género. Por eso se pasaron por alto señales de alerta evidentes y Pradales apenas fue investigado.
En su comparecencia final, la fiscal se lamentó porque “se partió de una imagen viciada de Juana Canal”, y recordó, como ya hiciera en la primera sesión del juicio que en esa sala, “no se juzgan personas, sino hechos”. El Ministerio Público y la acusación reconocen que nunca se sabrán todas las respuestas sobre cómo murió Juana Canal: “No contamos con datos objetivos porque Jesús se preocupó por ir eliminando pistas para ocultar verdad. No sabemos cómo murió Juana”. “Nos ha mentido en todo. No es cierto lo que dijo sobre cómo mató a Juana ni que la descuartizara en el piso de la calle Boldano ni que se deshiciera solo del cuerpo. Este asunto se dejó morir en su día y no se investigó, como ha dicho la fiscal. Jesús ha mentido y huido durante 19 años”, aseguró Medina. El abogado defensor, por su parte, destacó que los agentes de la Policía Nacional no descartaron en el atestado la muerte accidental, si bien en el juicio sí lo hicieron.