Desde que Brooklyn, el primogénito de David y Victoria Beckham se casó con la actriz e influencer Nicola Peltz, la tensión familiar ha ido en aumento. Rumores de frialdad entre suegra y nuera se convirtieron en una constante desde el principio de la relación. Lo que en un primer momento parecía un simple roce entre personalidades fuertes, ha terminado derivando en una auténtica brecha familiar.
El punto de inflexión fue, sin duda, la ausencia de Brooklyn y Nicola en el cumpleaños 50 de su padre, una fecha significativa que dejó al descubierto para el mundo el deterioro de la relación. Poco después, Brooklyn publicaba una imagen con su esposa acompañada del mensaje: «Siempre te voy a elegir a ti, bebé». Una frase que, según una fuente citada por ‘The Sun’, «fue como un puñal en el corazón» de sus padres, quienes, aseguran, «le quieren con locura».
La distancia se ha hecho más evidente con el paso del tiempo. Tal es así que ni siquiera fueron informados de forma directa del próximo reconocimiento que recibirá David Beckham por parte de la monarquía británica. El exjugador de la selección inglesa será nombrado caballero de la Orden del Imperio Británico, un honor que llevaba décadas esperando. Según reveló el medio ‘Page Six’, Brooklyn se enteró de la noticia por los medios y no por su familia. «Brooklyn está muy feliz por su padre porque sabe que era algo importante para él, pero no hubo comunicación entre ellos y nadie de la familia le llamó», aseguró una fuente cercana a la familia al citado medio.
Además, la publicación estadounidense destacó que Brooklyn habría expresado claramente su intención de cortar vínculos: «Le dijo a su familia que no quiere contacto alguno y que no va a responder a quienes intentan comunicarse con él», señaló la misma fuente.

Pero, en medio de este panorama de frialdad y silencio, ha surgido un gesto inesperado. Cruz Beckham, el menor de los hijos varones de David y Victoria, ha tomado la iniciativa con lo que muchos interpretan como un intento de tender puentes. A través de sus redes sociales, compartió una nostálgica imagen en blanco y negro de cuando la familia aún parecía estar unida. En la fotografía aparece Victoria Beckham acunando a una recién nacida Harper, mientras sus hijos Brooklyn, Romeo y el propio Cruz sonríen a cámara en un momento de evidente complicidad familiar.
La publicación, hecha a través de sus historias de Instagram, no iba acompañada de palabras. Pero, como recogieron medios como ‘The Mirror’ y tabloides británicos, el simbolismo fue más que suficiente. Para muchos, este fue un claro mensaje dirigido a su hermano mayor: un recordatorio visual de los lazos que alguna vez los unieron y un gesto público en favor de la reconciliación.
Aunque no ha habido respuesta por parte de Brooklyn, ni gesto similar desde su entorno, la acción de Cruz ha sido bien recibida por los seguidores del clan Beckham y por quienes siguen de cerca la evolución de esta historia familiar. Más allá de su valor emocional, este movimiento también se interpreta como un último intento por parte de David y Victoria para recuperar la relación con su hijo mayor, canalizado a través del hijo que, a día de hoy, parece más dispuesto a restaurar la armonía.