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El número de empresas de la Unión Europea (UE) declaradas en quiebra a finales de 2023 superó los niveles del periodo prepandemia registrados entre 2016 y 2019, según informa Eurostat.
La oficina comunitaria de estadística indicó que en el conjunto de la UE las quiebras de las empresas aumentaron un 0,6% en el cierre del año pasado, después de bajar un 9,4% entre julio y septiembre. Por actividad, en comparación con el trimestre anterior, las bancarrotas crecieron más en el sector del transporte y el almacenamiento (+9,3%), seguido del comercio (+7,7%) y los servicios de alojamiento y alimentación (+1,1%).
«El año 2019 fue un momento de cierto estancamiento en la UE, de hecho, España era de los que más crecía (un 2,9%) empujado por el auge del turismo», ha explicado Albert Guivernau, doctor en Economía y director general de la Fundación Civismo, en conversación con THE OBJECTIVE.
El economista ha aclarado que a este momento de estancamiento se sumó una crisis de fuerza simétrica como la de la covid-19, «cuyas consecuencias aún se viven». Según él, en el resto de Europa el tamaño de las empresas «suele ser significativamente mayor al de nuestro país, con lo que pueden aguantar mejor un shock».
«Empresas vulnerables»
En cambio, en España, «el reducido tamaño de las empresas las hace más vulnerables, con menor músculo financiero para aguantar, que las empresas de otros países». Guivernau ha afirmado que «en nuestro país los cierres fueron inmediatos, en cambio en Europa, la media se ha ido ajustando poco a poco».
«A nivel estadístico, usar datos de 27 países siempre suaviza las tendencias», ha aseverado. «En cambio, al analizar un solo país siempre se observará mayor volatilidad», ha añadido el economista. En resumen, el reciente dato ofrecido por Eurostat, «se puede deber al tiempo en que la media de la UE realiza el ajuste».
Datos por países
Según dicha oficina estadística, entre los países de la UE, los que registraron un mayor aumento trimestral del número de empresas declaradas en quiebra entre octubre y diciembre fueron Croacia (+18,5%); Eslovaquia (+16,8%) y Luxemburgo (+15,7%), mientras que las mayores bajadas correspondieron a Letonia (-26,8%); Hungría (-25,6%) y Rumanía (-23,4%).
En el caso de España, el número de quiebras en el cuarto trimestre disminuyó un 5,3% respecto de los tres meses anteriores, cuando había bajado un 30,8%.
«Para entender las cifras intertrimestrales es necesario comprender el contexto, de dónde venimos», ha indicado Guivernau. «En el caso de España, con datos desestacionalizados (para poder compararlos) de Eurostat, en el segundo trimestre de 2023 se declararon un 195% más de quiebras que en el último dato de 2019, que es el último antes del covid, y un 235% más que en su mismo trimestre de 2019». Es decir, según el experto, es realmente importante «con qué dato te comparas».
Para el economista no cabe duda de que las cifras postpandemia no han sido buenas. España llegó a la crisis de la covid-19 cuando «aún no había superado las consecuencias de la crisis financiera».
Guivernau insiste en que «no hay que olvidar que en 2008 la tasa de paro era del 8% y cuando estalla la crisis del covid era del 13%, la deuda pública en 2008 rondaba el 40% del PIB y en marzo de 2020 era del 100%, y el PIB nominal de 2008 no se recuperó hasta 2016, ocho años después«.
En definitiva, para el experto, si España se compara con 2019 está mucho peor; en cambio, si se relaciona con anteriores trimestres de 2023 sí que se ve una cierta desaceleración de cierres. «Las cifras aún distan mucho de 2019», ha sentenciado.
Crecimiento de las empresas registradas
Además, según los registros de Eurostat, Irlanda fue el país con mayor crecimiento de las empresas registradas (+84,1%), por delante de Rumanía (+11,4%) y de Polonia (+7,6%), mientras que los mayores retrocesos se observaron en Luxemburgo (-10,3%); Eslovaquia (-10%) y Dinamarca (-8,1%).
En España, el número de empresas registradas en el cuarto trimestre de 2023 aumentó un 4,1%, después de retroceder un 4,8% en los tres meses anteriores. Un dato «aparentemente positivo» para el director de la Fundación Civismo.
«Habría que analizar al detalle la tasa de supervivencia de las empresas españolas, dónde un 60% no superan los 5 años y más del 25% de empresas no superan su primer año de actividad», ha explicado. Es decir, según el experto, no importa tanto la creación, sino la consolidación y el tamaño.
Guivernau también ha considerado que hay que tener en cuenta que, «con una tasa de paro tan elevada como la nuestra», a muchos desempleados se les ofrece la opción de «capitalizar el paro y constituir una sociedad, con lo que se mejoran unas estadísticas (creación de empresas y desempleo) pero se pueden empeorar otras a largo plazo».
