El sector de los restaurantes ha experimentado un auge durante los últimos años en la capital, especialmente en el polígono central.
La Asociación Dominicana de Restaurantes (Aderes) reporta que al menos 38 nuevos establecimientos abrieron en los últimos 18 meses en el Distrito Nacional y 25 lo hicieron en la provincia Santo Domingo. Con estas adiciones, el número total nacional supera los 4,500.
El presidente de Aderes, Omar Cepeda Darauche, asegura que el aumento en la oferta gastronómica no alcanza a poner en riesgo la supervivencia de los más veteranos.
«Se redistribuye un poquito la demanda, pero al final se van consolidando y los que lo están haciendo bien son los que generalmente permanecen a largo plazo», afirma.
Cepeda sostiene que durante las últimas décadas mejoró la longevidad de estas empresas, que antes oscilaba entre 2 y 3 años.
En un recorrido por la ciudad también se encuentran algunos locales cuyos propietarios decidieron cerrar por razones diversas.
Uno de ellos es Antonio Fernández, quien vendió su Asador de Castilla luego de la muerte de su esposa, para quedarse solo con Nipau, abierto al público desde hace 14 años. Estaban uno al lado del otro en la avenida Max Henríquez Ureña.
También cerró Akumi y en su local se está mudando una sucursal de La Locanda, en la calle Porfirio Herrera. En la Esperilla, cerró sus puertas el año pasado México Lindo.
Entre los que se inauguraron en la capital están Olivia, San Marzano, Gijón, Casa Brava, Chalet Bolívar, Santino, Robata, Carusso, Vuelve a la Vida, A Casa, Teresa, Sara´s Kitchen Indian Food, Marrakech, Nonna Nadia y Alma.
Al mismo tiempo, se preparan para operar Mailaimo, Bajamar, Sapore de Italia, Serrallés y La Tocaya.
