Una delegación del PSOE encabezada por su secretario de organización, Santos Cerdán, se encuentra desde esta tarde en Ginebra con objeto de reunirse con Junts. El propósito del encuentro, tratar de recomponer la relación con el partido independentista y volver a amarrar para la mayoría de la investidura los siete votos decisivos de los diputados de Junts en el Congreso.
Según ha adelantado eldiario.es, y ha confirmado este diario de fuentes de Junts, la delegación del PSOE permanecerá al menos hasta mañana en la capital suiza, aunque se desconoce si el sábado habrá nuevo encuentro. La reunión se produce tras una semana en la que se ha hecho visible la distancia que quiere dejar clara Junts, tras haber votado junto a PP y Vox en contra de la regulación del alquiler de las habitaciones y a pocos días de otra votación decisiva en el Congreso, la que marcará el techo de gasto, decisiva para la tramitación de los Presupuestos.
Fuentes de Junts ya advertían esta semana en el Congreso que las negociaciones con el PSOE para la senda de déficit no va bien, y que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ni siquiera les había llamado para debatir el nuevo objetivo de estabilidad, previo a las cuentas estatales. Pese a ello, reconocían que el PSOE estaba cumpliendo con el acuerdo que fijaba reuniones periódicas con Junts fuera de España. Pese a ello, reconocían que el PSOE sí estaba cumpliendo con el acuerdo que fijaba reuniones periódicas con Junts fuera de España, de periodicidad mensual y fuera de los focos mediáticos. A diferencia de la de hoy, filtrada por el PSOE, lo que habría generado malestar en Junts, según apuntaban ayer medios independentistas.
La intención del PSOE, en cualquier caso, es tratar de precisar hasta qué punto el distanciamiento con Junts es reconducible o representa una amenaza ya si definitiva para la continuidad de la legislatura. Desde las elecciones del pasado 12 de mayo en Cataluña, y el acuerdo entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa, los de Puigdemont han endurecido el tono, marcando distancias con el PSOE y advirtiendo de que su apoyo en ningún caso está garantizado. Se vio esta semana en el Congreso y puede volver a producirse en la decisiva votación del próximo jueves.
Ayer, era el propio expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont quien señalaba que su partido volvería a votar en contra de la senda de estabilidad, como ya hicieron en julio: «A la misma cosa que votamos que ‘no’, volveremos a votar que ‘no’. Si la cambian, hablemos». Mensaje idéntico al lanzado por la jefa de filas de los independentistas en Madrid, Míriam Nogueras.
En una publicación en ‘X’, Puigdemont respondía a la vicepresidenta primera María Jesús Montero tras afirmar que están «tendiendo puentes» con Junts e instar al partido de Puigdemont a reflexionar y votar a favor de la senda de estabilidad. «Como veo que consideran un crimen que cambiemos de voto, la respuesta a lo que ahora nos piden será la misma que hemos dado siempre, no tendrán sorpresas», sostuvo Puigdemont en el mismo mensaje. También señaló que «mezclar las cosas para confundir a la opinión pública y estigmatizar a Junts no es para nada una buena idea».
