En cierto modo, el tiempo siempre ha transcurrido mucho más flemático en esa gigantesca explanada junto a la avenida de la Reina Victoria donde, hace más de un siglo (1918), el distinguido arquitecto Antonio Palacios (estamos en el 150 aniversario de su nacimiento) ideó unas cocheras para el Metro. Un icónico enclave que era dormitorio y quirófano de trenes, y de donde partió el primer convoy de la línea 1 del suburbano. Todo eso es ya sólo una foto en blanco y negro, ya que en 2021 la maquinaria pesada borró los cimientos de aquel complejo. Hoy apenas sobreviven un puñado de viejos ladrillos en los muros que delimitan la parcela de 60.000 metros cuadrados.
Decíamos que el tiempo transita a otra velocidad por aquellos lares del distrito de Chamberí porque, desde hace una década, hay 443 familias que aguardan el paso definitivo de las administraciones. Estas adquirieron los terrenos en régimen de cooperativa, pagando 88 millones de euros a la empresa regional de Metro. Durante años, el solar ha pasado por todo tipo de vicisitudes, y que ha vuelto una y otra vez a la casilla de salida. El proyecto, conocido como Parque Metro Cuatro Caminos, fue aprobado el pasado mes de septiembre por el Ayuntamiento, con los votos a favor del PP y Vox (y la negativa de Más Madrid y PSOE), y que, ya en el ocaso de 2023, recibió el visto bueno de la Comunidad de Madrid, que era otra de las tareas que aún quedaban pendientes.
¿Y por qué vuelve ser noticia este rincón de la capital? Porque el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, encabezado por Borja Carabante, ha llevado a la Comisión Permanente, antesala del Pleno en Cibeles de la próxima semana (25 de junio), la propuesta para estimar la iniciativa para la gestión urbanística del Área de Planeamiento Específico Parque Metro Cuatro Caminos, mediante el sistema de compensación, formulada por Residencial Metropolitan. Es decir, el último escalón necesario para que se inicien los trabajos de urbanización en la zona, paso previo para la construcción de las viviendas y zonas verdes previstas para ese entorno, tras la modificación puntual que se realizó hace meses del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM).
Una torre de 100 metros
La intervención en esa vasta parcela de Chamberí, donde el tiempo fluye lentamente, está próxima en el horizonte. Sobre sus 59.586 metros cuadrados asomarán en ese futuro cada vez más inminente seis edificios, una torre de 100 metros y un gran parque entre las calles de Bravo Murillo, Pablo Iglesias, Reina Victoria y Esquilache.
Un proyecto que contará con un 10% de vivienda de protección pública. Para ello, de las seis parcelas de uso residencial habrá cinco de vivienda libre y una protegida. El ámbito se completa con dos solares para oficinas y una para la administración pública. Como resultado de ese plan, el Consistorio recibirá una cesión de 5.485 metros cuadrados de edificabilidad de uso residencial y 472 de terciario oficinas.
Bajo su gran zona verde central, habrá un subsuelo que tendrá un uso dotacional para el mantenimiento de las cocheras del Metro Un futuro soterramiento que persigue eliminar el fuerte impacto ambiental. Esos espacios verdes y libres para el público ocupará un espacio de 9.400 metros cuadrados.
En las difuntas cocheras de Cuatro Caminos se dibujarán también 1.050 plazas de aparcamiento, de las que 949 tendrán un uso residencial y de oficinas, y se construirán 101 adicionales para el edificio del Ayuntamiento que está previsto según los planos. Según sostienen desde la empresa que gestiona el proyecto (Grupo IBOSA) la actividad «generará más de 2.000 empleos, directos e indirectos».
Aunque hay quien dice que el tiempo parece haberse detenido allí, en esa gigantesca playa a orillas de la avenida de la Reina Victoria, lo cierto es que hoy las manecillas del reloj volverán a avanzar. El plan del Parque Metro Cuatro Caminos sube su penúltimo peldaño en uno de los salones de la Casa de Cisneros. Según dicen quienes están cerca del proyecto, su final feliz está cada vez más cerca.