El colorido cubo del Centre Pompidou en Málaga se quedará en la ciudad, al menos, hasta 2035. El Ayuntamiento de Málaga ha anunciado este jueves la renovación del acuerdo con el centro cultural de París para que el espacio continúe otros diez años más en la Costa del Sol y de manera exclusiva en España. El municipio deberá pagar para ello 29 millones de euros —sin impuestos— a institución francesa en este periodo, lo que supone nueve más que en la primera década. La capital malagueña reafirma así su apuesta por la cultura de grandes marcas, que completan otras pinacotecas como el Museo Carmen Thyssen, el Museo Picasso Málaga, el Centro de Arte Contemporáneo o el Museo de Arte Ruso, desligada de su matriz de San Petersburgo desde la invasión de Ucrania, además del CaixaForum previsto para 2026.
La llegada del Pompidou fue gestada a fuego lento por el alcalde malagueño, Francisco de la Torre, durante años. Fue inaugurado en primavera de 2015, justo un día después del Museo de Arte Ruso (que en 2021 también renovó su acuerdo para quedarse hasta 2035). Ambos venían a consolidar el modelo de la Málaga cultural nacido años antes a raíz de la llegada del Museo Picasso en 2003, cuando nadie esperaba la explosión cultural posterior. Los museos se convirtieron en los pilares del desarrollo turístico de la capital, que empezaba a convertirse en un destino turístico de primer orden, aunque también crecían las críticas por la transformación del centro histórico en un parque temático para el turismo. Si hasta pocos años antes quienes llegaban al aeropuerto de la Costa del Sol solían dirigirse al oeste hasta Torremolinos, Fuengirola o Marbella, en esos años empezaron a tomar en consideración la ciudad malagueña. La multiplicación de las viviendas turísticas, el desarrollo de la hostelería y la construcción de nuevos hoteles completaron la oferta. El aterrizaje de tecnológicas como Google —justo frente al Pompidou— o Vodafone impulsaron más su imagen internacional. La demanda no deja de crecer.
“Siempre he planteado que si ambas partes estaban satisfechas, si hay éxito en el Centro Pompidou Málaga y, por tanto, eso es satisfactorio para nosotros y también para ellos, la continuidad sería indefinida”, ha subrayado De la Torre este jueves en una rueda de prensa en solitario. El presidente de la institución francesa, Laurent Le Bon, ha excusado su desplazamiento a Andalucía —lo hará en próximas fechas— y ha enviado un vídeo. “La ciudad de Málaga fue la primera en confiar en nosotros”, ha asegurado en la grabación. “Desde los inicios, en el año 2015, más de un millón de visitantes se han acercado para descubrir este proyecto cultural inédito”, ha subrayado justo antes de expresar su “inmensa felicidad” por prolongar el acuerdo de colaboración.
El convenio costará alrededor de diez millones de euros más que el anterior. El inicial —entre 2015 y 2025— incluía el pago de un millón de euros anual por el uso de la marca y otro más por servicios técnicos, es decir, 20 millones antes de impuestos. Ahora el Ayuntamiento de Málaga se compromete a pagar más: 2,6 millones al año durante el primer lustro y 3,1 millones durante el segundo, también sin IVA. Es decir, algo más de 29 millones de euros.
La Junta de Gobierno Local dará luz verde al acuerdo de renovación por diez años este viernes. En él se recoge que la realización de seis exposiciones semipermanentes con obras de arte de los siglos XX y XXI, así como dos exposiciones temporales anuales, un comisariado conjunto entre el Centre Pompidou y el Ayuntamiento y una exposición-taller para público joven cada año. El espacio, que cuenta con 6.300 metros cuadrados, seguirá gestionado por la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y Otros Equipamientos Museísticos y Culturales, que dirige José María de Luna y que incluye, además de la residencia original de Picasso al Museo Ruso de Málaga.
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