La dirección del Partido Popular (PP) ha decidido aplazar el congreso de su partido en Cataluña hasta que no se despeje el clima “electoralista”, afirman, que existe en el Congreso. Las próximas elecciones generales están previstas para 2027, pero los populares dicen que no se fían del presidente Pedro Sánchez y que en la actual situación puede convocarlas en cualquier momento, según fuentes del PP catalán. Con la decisión, se perpetúa la internidad del partido pese a sus buenos resultados electorales al pasar el 12-M de tres a 15 diputados en el Parlament. El aplazamiento contribuye indirectamente a afianzar en la presidencia del PP a Alejandro Fernández, que mantuvo un enconado pulso con Génova durante meses y que al final aceptó que el diputado repitiera como cabeza de lista.
“Ha sido un parto delicado, el niño ha salido peleón”, afirmó Fernández después de que Alberto Núñez Feijóo, presidente del partido, le confirmara tras una tensa espera para saber si le nombraba candidato. La lista y actual grupo parlamentario, eso si, refleja multitud de equilibrios para incluir a todas las familias del partido. La cuestión es que la formación barajó entonces fijar el congreso como pronto después de los comicios europeos de junio. Y ahora es por las generales que se ven sobre el papel muy lejanas. El congreso del PP catalán debía haberse celebrado en 2022, pero se aplazó porque el partido estaba muy debilitado con solo tres diputados. En 2023, tampoco se convocó por las elecciones municipales y generales. Ese calendario no ha impedido, sin embargo, que desde que Feijóo alcanzó la presidencia se hayan celebrado los congresos de Asturias, La Rioja y el País Vasco. Queda pendiente el de Cataluña.
Miembros del partido esgrimen que ahora sería muy inoportuno organizar un cónclave y que coincidiera con una convocatoria anticipada. Otros aseguran que Génova no quiere de ninguna manera hacer congresos nacionales ni regionales. La situación de interinidad contrasta con la de otros partidos en Cataluña inmersos este otoño en procesos para renovar liderazgos. Es el caso de Junts, que celebra su congreso este mes, o de ERC y los comunes en noviembre tras la salida de Ada Colau. La paradoja es que esa provisionalidad orgánica del PP se perpetúa justo cuando ha pasado página de sus peores resultados y ha descrito una tendencia al alza al absorber buena parte del voto de Ciudadanos. En las municipales, recuperó Badalona y fue clave en Barcelona; en las generales, fue tercera fuerza por delante de ERC y Junts y el 12-M pasó de octavo grupo a cuarto.
El cónclave para renovar la dirección debía haberse celebrado en 2022
La ejecutiva de Feijóo se inclinó hace meses por un relevo en Cataluña y algunas fuentes creen que ha ido aplazando el congreso ante la duda o falta de garantía de poderlo consumar. Fernández siempre ha evitado pronunciarse sobre si se presentará a la reelección, pero se da por hecho que lo hará. El diputado aspira a un PP que rompa la tendencia de los últimos 30 años y que supere sus “tutelas” y tome sus decisiones de manera más libre.
Acompañado de Dani Sirera, líder municipal del PP en Barcelona y de la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, Fernández participó el viernes en el acto Plus ultra: demócratas de España, españoles de ambos mundos en el centro Cívico Pere Pruna. “Lo que ilusiona a los españoles es que si gobierna el PP, Puigdemont y sus secuaces no tendrán la llave de la gobernabilidad nunca. Lo pienso y lo defenderé por los siglos de los siglos”, dijo ante unas 200 militantes, reiterando su enérgica oposición a un acercamiento con Junts, que hace un año alimentó su distancia con la cúpula de Génova.
Al acto asistieron dirigentes del partido y diputados, entre ellos Juan Fernández, portavoz del PP en el Parlament, pero no así la mayoría de miembros de la dirección del PP de la provincia de Barcelona. El objetivo de la formación es reivindicarse como la única alternativa real por el pacto tácito del PSOE y Junts en el Congreso. En el debate de política general del Parlament, el PP ya no reprochó a Salvador Illa impulsar un nuevo procés, pero sí de continuar con las políticas “identitarias” y la agenda económica de “extrema izquierda” del Govern de ERC.
Unas 500 personas, según la Guardia Urbana, participaron en una manifestación en Barcelona, convocada por la plataforma Catalunya Suma con motivo del 12-O. A la marcha acudieron miembros del PP, Vox y Ciudadanos. “No hay manera más hermosa de ser español que ser catalán”, dijo Fernández antes de la marcha, que transcurrió por el paseo de Gràcia y culminó en la plaza de Catalunya con la lectura de un manifiesto y donde las entidades y partidos, también el PP, instalaron sus casetas.