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Este miércoles, y en medio de la intervención de la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, para dar cuentas en el Congreso de los Diputados, de su gestión en la DANA, saltaba la noticia de la aprobación final del Partido Popular Europeo a vicepresidenta y comisaria del nuevo Gobierno de Bruselas.
Así, y mientras Ribera culpaba de los hechos a la inacción de Mariano Rajoy por dejar que caducara el impacto medioambiental que ella firmó cuando era secretaria de Estado de Medio Ambiente, la noticia corría por los pasillos de la Cámara Baja ante el desconcierto de los diputados desconocedores de la noticia que ya se movía por las agencias de información, afirmando que, el PPE había puesto sobre la mesa de negociaciones desbloquear la aprobación del nuevo Ejecutivo de Ursula Von der Leyen, sin necesidad de votación secreta, para así dar luz verde a los seis vicepresidentes pendientes de evaluar, incluidos el ultraderechista italiano Raffaele Fitto y la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, según fuentes de Europa Press.
De este modo, y a tenor de estas fuentes, el PPE se parece oponerse así a la postura de los populares españoles, que no apoyan el nombramiento de Ribera, puesto que consideran que es una mala candidata y un mal nombramiento» para la Comisión Europea, tal y como ha asegurado este mismo miércoles Alberto Nuñez Feijóo.
Pero poco más tarde, la información, si no daba un giro de 180º, sí que quedaba matizada por un comunicado del propio PPE al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, en el que se señalaba, que por un lado, esta familia política europea quiere dejar constancia de que, Teresa Ribera «debe dimitir si es imputada por sus responsabilidades derivadas del ejercicio de sus competencias como vicepresidenta del Gobierno de España» y, por otra parte, y aunque parece resultar contradictorio, que este grupo «conocedor de un principio de acuerdo entre diferentes partidos, tanto a izquierda como derecha en el Parlamento Europeo». De forma que, «en ese contexto, analizaremos en las próximas horas el nuevo escenario. Sobre este propósito, otras fuentes del PPE, aclaran que la postura pasa «darle un sí» a Ribera, pero siempre «pendiente de su compromiso a dimitir si es encausada», porque, de otro modo, se pedirá su dimisión.
A
No en vano, los populares españoles en Europa ya han anticipado que su posición es clara. Votarán en contra de la candidatura de Teresa Ribera, y en el pleno ejercerá ese derecho, como fuentes consultadas por este diario han afirmado.
El compromiso de la dimisión
En ese comunicado emitido pasadas las dos de la tarde, y con el banquillo principal de la oposición atónito, el Partido Popular Europeo reconocía que ha estado «muy pendiente de la comparecencia de la aspirante a vicepresidenta de competencia de la Comisión Europea, Teresa Ribera».
La diputada del Partido Popular, Esther Muñoz -destacaba-, «le ha pedido a Ribera que se comprometa a dimitir de su posible cargo en la Comisión Europea en caso de resultar imputada por su gestión en las inundaciones que han asolado dos regiones españolas. Ella no ha respondido como tampoco lo hizo durante su audiencia ante el Parlamento Europeo».
Así mismo, tambien se compromete, a que «el contenido de la comparecencia de la candidata será evaluado en las próximas horas (17 horas) y se tendrá en cuenta cuando los grupos políticos en el Parlamento Europeo decidan sobre todos los candidatos pendientes de evaluación en todo el arco parlamentario.
El PPE admite el acuerdo con la izquierda
Además -admite el comunicado-, «somos conocedores de un principio de acuerdo entre diferentes partidos tanto a izquierda como derecha en el Parlamento Europeo. En ese contexto, analizaremos en las próximas horas el nuevo escenario», apostilla..
E
Los líderes de los tres principales grupos en la Eurocámara, que desde hace días negocian una breve declaración de compromiso con una agenda proeuropea para la legislatura sin referencias a las cuestiones más espinosas, se reunieron a las 13:00 horas para buscar el acuerdo, según informaban fuentes parlamentarias. Ya, entonces, distintas fuentes políticas apuntan que el acuerdo «está hecho», a la espera de que Ribera concluya sin sorpresas su comparecencia en el Congreso de los Diputados.
La Conferencia de Presidentes (CoP) que aúna a los líderes de todos los grupos se reúne este mismo miércoles a las 17:00 horas para fijar la agenda del pleno que se celebrará la próxima semana en Estrasburgo (Francia), incluido el voto el miércoles 27 de la nueva Comisión Europea.
Populares, socialistas y liberales ultiman acuerdo
Weber, Iratxe García (SD) y Valérie Hayer (RE) buscan cerrar los flecos abiertos en la declaración a tiempo para que los coordinadores de las distintas comisiones parlamentarias puedan reunirse y reactivar las evaluaciones esta misma tarde, si bien algunas fuentes apuntan que podría retrasarse hasta el jueves por la preparación técnica que requiere.
El objetivo es que se aprueben por mayoría de dos tercios a todos los vicepresidentes, visto como un «único paquete» que también incluye al comisario de Hungría, Olivér Varhelyi, aunque en este caso será tras retirar de su cartera dosieres controvertidos como la salud reproductiva y sexual y el derecho de la mujer al aborto.
Si se confirma este escenario supondrá que el PP de Alberto Núñez Feijóo tampoco ha conseguido forzar que la candidatura de Ribera se someta al voto secreto de todos los eurodiputados de las comisiones competentes, lo que les hubiera permitido votar en contra, algo que no podrán cumplir si la aprobación llega en la primera fase en la que sólo votan los coordinadores y, por tanto, no se eleva a pleno como quiere Génova.
Malestar en las filas de Feijóo
El malestar de los eurodiputados del PP español con su familia europea era evidente a primera hora de este miércoles, cuando han salido con gesto serio y sin querer hacer declaraciones al término de la reunión en el que todo el grupo salvo los españoles han avalado el plan de aprobar sin votación secreta a Ribera y al resto del paquete de vicepresidentes. Que Ribera rindiera cuentas ante el Parlamento nacional fue una de las exigencias más repetidas por los eurodiputados conservadores durante su examen en la Eurocámara de la pasada semana.
También reclamaron que se comprometiera a dimitir en caso de que se judicializara su gestión de la catástrofe de la DANA en el este y sur de España, que dejó más de 220 muertes sobre todo en Valencia, pero esta línea roja se ha diluido, conscientes en el seno de los ‘populares’ europeos de la complejidad para identificar responsabilidades en una fase tan temprana y que es algo que debe dirimirse en España.
Ahora les queda el consuelo, en función de cómo se resuelva esta cuestión política que aventuraba a desagastar a Ribera y Sánchez al mismo tiempo, que al menos el presidente del Gobierno ha tenido que pactar con Meloni y Orban para que su vicepresidenta salga elegida vicepresidenta, en un pack de vicepresidentes, eso sí -señalan fuentes europeas a este diario-, «con la imagen muy desgastada».