Las series y las pelculas que requieren que sus espectadores hayan ledo las obras literarias que adaptan no son series o pelculas completas. Son ilustraciones. Si consideramos que para disfrutar de Ripley (o de Reina Roja, ya puestos) es imprescindible haber ledo las novelas de Patricia Highsmith, estamos denigrando el arte audiovisual. Una serie tiene que sostenerse sola. Puede y debe trascender el material que adapta. Puede incluso negarlo.
El problema de los tres cuerpos no niega la obra de Liu Cixin. La novela de ciencia ficcin del autor chino es ahora una serie de Netflix. Una serie mala. Me niego a analizarla como si slo fuera un accesorio del exitoso libro de Liu Cixin. El problema de los tres cuerpos es una superproduccin televisiva cuyos responsables son David Benioff y D.B. Weiss. S, los mismos Benioff y Weiss de Juego de tronos vuelven con otra serie mastodntica que adapta un fenmeno literario. Pero con un el resultado no demasiado bueno.
Es difcil abstraerse de todo lo que rodea a su nueva serie, desde que sta sea una adaptacin de una novela a que no sea la nica, pasando por que en China, pas que produjo la primera versin de la obra, estn de uas contra la nueva. Pero todo eso es ajeno a El problema de los tres cuerpos. Bastantes los tiene dentro como para buscarlos fuera.
Lo que s hay que incluir en el juicio a esta serie es su enorme presupuesto. En teora, cada episodio ha costado 20 millones de dlares. Con esos medios, es indecente que El problema de los tres cuerpos exhiba algunos de los efectos digitales ms bochornosos de los ltimos tiempos. Y no sirve decir que muchas imgenes de la serie sean ficciones dentro de otra ficcin. Porque las que no tienen esa defensa (ese barco, ese barco!), son igualmente cutres. Y feas. En Juego de tronos, Benioff y Weiss dejaron claro que no tienen buen gusto. En El problema de los tres cuerpos parecen presumir de ello. Su nueva serie es visualmente espantosa. Como dira aquella: horrorosa, horrorosa.
Captulo aparte merece su fondo. El problema de los tres cuerpos propone conflictos metafsicos y una amenaza para la Humanidad tan original como mal desarrollada. Esta serie se sostiene sobre uno de los recursos ms chungos de la ciencia ficcin: la superciencia. Proponerle al espectador ciencia avanzadsima (y orgullosamente incoherente) para justificar cualquier cosa es un timo. Bien ejecutado, ese plan puede funcionar: la trama avanza por arte de magia (la superciencia, en el fondo, no es ms que eso) y el espectador se siente ms inteligente de lo que es. No es el caso de El problema de los tres cuerpos, que se embrolla en explicaciones que no convencen a nadie mientras descuida momentos que podran quedarse en la retina del espectador para siempre. Pero eso no ocurre. De hecho algunos espectadores (ver: yo) querrn olvidar cosas tan bochornosas como el baco humano, la deshidratacin o ese barco, el barco, madre ma el barco.