En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre hay que acordarse, hace tres años que llevan sin agua potable. En esa comarca, dentro de la provincia de Cuenca, se encuentra Torrubia del Castillo, un pequeño municipio en el que ahora mismo hay empadronadas 44 personas, pero sólo viven 16, y donde desde mediados del siglo XIX hasta los años 60 se contabilizaban más de 100 e incluso casi 300 personas.
Ya a mediados del siglo XIX Pascual Madoz, en el decimoquinto volumen del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, habla de «para surtido de los vecinos hay una fuente fuera de la población». Una situación que no dista mucho de la actualidad, pues Torrubia del Castillo carece de agua potable desde finales del año 2021 debido a la alta concentración de sulfatos y nitratos.
De ello informa a ABC el alcalde, Alejandro Plaza, que reclama a la Diputación de Cuenca una «solución urgente» para este problema «que ya es insostenible», puesto que los vecinos son casi en su totalidad personas mayores, dependientes e incluso un invidente. Para conseguir el líquido elemento, todos ellos dependen de familiares o de trabajadores municipales para que les lleven garrafas, pues no cuentan con transporte público y tienen que comprar en otras localidades porque allí tampoco hay tienda, y el municipio más cercano es Honrubia, que se encuentra a unos 10 kilómetros de distancia.
«Pero el problema no sólo se ciñe a que no podamos beber agua del grifo», denuncia el regidor torrubiano, sino que para poder hacer uso de ella para la higiene o limpieza, él mismo tiene que desplazarse diariamente hasta el lugar en el que se encuentra el pozo de extracción y el depósito de agua con la tarea de ponerlo en marcha y pararlo. «Si un día no puedo ir porque no me encuentre en el pueblo o esté enfermo, los vecinos no pueden ni ducharse», apunta.
Alejandro Plaza tomaba posesión de su cargo el pasado mes de junio de 2023 – que es el primer alcalde del PP después de gobernar allí el PSOE desde la Transición- y desde entonces lleva tratando de conseguir solucionar una situación que él considera «impropia del siglo XXI». A principios de este año, se dirigió por escrito a la Diputación de Cuenca para solicitarle los 27.000 euros que necesita Torrubia del Castillo para, en primer lugar, poder contar con agua potable y, por otro lado, garantizar su llegada a los grifos de las viviendas sin que el regidor tenga que poner en funcionamiento manualmente el proceso.
«Pasaron las semanas y ante la ausencia de noticias, decidí personarme en el pleno ordinario de la Diputación de Cuenca que se celebraba el 24 de febrero», recuerda Plaza. En esa sesión, el portavoz del Grupo Popular en la institución provincial, Cayetano Solana, preguntaba al equipo de Gobierno que preside el socialista Álvaro Martínez Chana si ayudarían a Torrubia del Castillo para que pudiera tener agua potable. Respondía a Solana el vicepresidente de la Diputación, Francisco López, quien aseguraba conocer el expediente que recoge el problema y garantizaba que iban a instalar una planta de osmosis.
«Siguen pasando los meses y la situación se agrava. No sólo no tenemos agua, sino que continúa la presión de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, instándonos a tomar las medidas necesarias bajo la advertencia de sanciones«, afirma Alejandro Plaza, que pide a la Diputación de Cuenca que cumpla con la palabra dada públicamente en febrero. »Se trata sólo de que destine 27.000 euros a solucionar este problema, dinero del que dispone de sobra y es inasumible para un ayuntamiento pequeño como el de Torrubia del Castillo«, insiste el alcalde, molesto porque comprueba »cómo en otros municipios se solucionan sus problemas con el abastecimiento de agua mucho menos graves y urgentes«.
«Que nuestros pueblos cuenten con agua siempre es necesario, pero en estos meses, con el buen tiempo y el incremento de población, mucho más. Espero que en Torrubia del Castillo no tengamos que pasar un verano más sin agua potable», concluye el regidor torrubiano, que explica que el municipio duplica en la época estival el número de habitantes, que acuden para pasar esas fechas con sus familiares y disfrutar, paradojas de la vida, de la cercanía del embalse de Alarcón, que con sus 1.112 hectómetros cúbicos y una superficie de 6840 hectáreas es uno de los diez más grandes de España.