El bloqueo de la oposición municipal al nuevo barrio del Distrito Portuario no sólo pone en jaque la construcción de nuevas viviendas sino que la solución que tomará la Autoridad Portuaria, propietaria de los terrenos situados junto a la avenida de Las Razas, será ceñirse a lo que dice el PGOU: levantar torres de once plantas de altura para oficinas. El PSOE de Juan Espadas y Antonio Muñoz negoció la modificación puntual del Plan General con el Puerto de forma que lo que prevé la norma urbanística, edificios de oficinas para usos tecnológicos con una edificabilidad de 140.000 metros cuadrados de techo, pasara a ser una zona residencial de 700 viviendas de renta libre y de protección oficial reduciendo la edificabilidad un 30 por ciento.
Se trata de una petición expresa del anterior gobierno socialista al presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Carmona, para crear una zona de conexión en el entramado urbano de Reina Mercedes y Heliópolis con el futuro muelle de ocio junto al río. Para ello, durante años han mantenido reuniones y actividades con los vecinos, que llegaron a aplaudir el proyecto. Pero ha sido justo cuando se ha tramitado la modificación del PGOU en el Pleno y en la fase de alegaciones cuando algunos líderes de asociaciones de la zona se han quejado de que el gobierno, ahora del PP con José Luis Sanz al frente, no ha escuchado sus peticiones. Son los mismos líderes que alegan ahora contra el nuevo estadio Benito Villamarín, también en la zona.
Fuentes del Puerto han confirmado a ABC que todo lo que plantean estas asociaciones en sus alegaciones está incorporado en el proyecto, como equipamientos deportivos, zonas verdes… Eso ha hecho que el PSOE, hasta hace poco menos de un año impulsor del proyecto, lo bloquee ahora y dé curso a una paradoja difícil de explicar: en lugar del barrio que promovió se podrían levantar bloques altos de oficinas, con mucha más intensidad urbanística, que al fin y al cabo es lo que dicta la norma de 2006.
El grupo socialista, con su abstención, y Vox y Podemos-IU, con el voto en contra, han obligado ahora al gobierno del PP a partir de cero para elaborar un nuevo documento que esta vez sí cuente con el respaldo de los vecinos y de la mayorita del Pleno, retrasando un plan ambicioso para el crecimiento de la zona sur de la capital que lidera el Puerto, que no está dispuesto a esperar a que se resuelvan los líos políticos en el Ayuntamiento. En la Autoridad Portuaria llevaban siete meses de demoras en la tramitación urbanística, cuya primera fase se debería de ejecutar entre 2024 y 2026 y que, de momento, seguirá acumulando retrasos.
Ultimátum
Y es concretamente en ese punto en el que se encuentra ahora mismo la dirección del Puerto, que necesita rentabilizar esos solares para poder emprender la gran obra que va justo enfrente y que no necesita el trámite urbanístico municipal, ya que la negociación depende de la Junta de Andalucía. «Si no se lleva a cabo el barrio, acometeremos las torres de once plantas de oficinas y ya está», aseguran estas mismas fuentes que recuerdan que fue la ciudad -representada por el Ayuntamiento- la que pidió el cambio de uso a vivienda, y que serán los grupos municipales que ordenan el urbanismo los que tendrán que amparar la construcción de torres de once plantas de viviendas.
Se trata de un órdago del Puerto al Consistorio, concretamente a los socialistas, en un momento clave para avanzar con los trámites para el nuevo complejo de ocio que abrirá la avenida de Guadalhorce -la que está entre Las Razas y el río- a la ciudad una vez que la actividad portuaria se traslada al nuevo muelle de carga. Además de la puesta en valor de un espacio para el disfrute de la ciudadanía, manteniendo la arquitectura como los tinglados y las grúas con posibilidad de atraque para grandes cruceros y embarcaciones, se rehabilitarán las naves regionalistas, que acogerán empresas, instituciones, zonas comerciales y de restauración.