En un panorama agitado por «la revolución digital que trae consigo el siglo XXI» y que «se ha visto ampliado de manera exponencial con la irrupción de nuevos formatos y también de nuevos actores», Felipe VI destacó anoche «la notable capacidad de adaptación de los medios a los numerosos cambios que se están produciendo» y elogió «la vigencia de lo que se conoce como la gran prensa», aquella que «ha sabido responder a cada etapa sociológica, a la tecnología del momento y a los distintos avatares históricos y profesionales». Ensalzó «a periódicos que, como ABC, continúan informando siendo fieles a sus objetivos fundacionales y enriqueciendo el debate público. También valorando y promoviendo el buen periodismo».
Felipe VI acudió a la sede de ABC y de Vocento para entregar los premios más prestigiosos y con más solera del periodismo español: el Mariano de Cavia, el Luca de Tena y el Mingote, que recayeron en el «cineasta de gran talento» Rodrigo Cortés, «un escritor de periódicos y libros que se sabe el oficio y la responsabilidad que conlleva con el lector»; en la «viajera incansable» y «pionera del reporterismo español de su generación», Rosa María Calaf; y en el fotoperiodista gazatí Said Khatib, quien «muestra el duro momento en que una familia atraviesa en su coche el centro de Rafah, semiderruido por la guerra» en plena evacuación de la ciudad: «Khatib nos vuelve a recordar el infinito poder de una imagen».
El Rey puso en valor el trabajo «cabal, genuino y perdurable» de los premiados, que ejercen un periodismo «que aspira a convertirse en fuente documental y que, al final, va revistiendo el edificio de la Historia, ejemplo de una prensa que, además del valor supremo de la información, persigue un bien superior, que nos invita al pensamiento y a la reflexión, que despierta conciencias y que, desde el conocimiento de lo que ocurre, nos ayuda a comprender mejor el mundo».
En la 104ª edición de estos premios, Don Felipe recordó que los lectores son los «destinatarios primordiales del trabajo de los periodistas», de ahí «la formidable importancia y la alta responsabilidad de la labor que desempeñan», fruto de su «pasión por contar las cosas que pasan».
Al finalizar su discurso, el Rey volvió a la mesa presidencial donde, junto a la Reina Letizia, contó con la compañía del presidente de Vocento, Ignacio Ybarra, y del director de ABC, Julián Quirós, además de los tres premiados y otras autoridades. Fue la decimoquinta ocasión en la que Don Felipe entregó los premios Cavia, en una ceremonia a la que asistieron 180 invitados y que contó con el patrocinio de Indra y Fundación Universitaria San Pablo CEU.
El turno de los protagonistas de la noche llegó tras la intervención del director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, que preside el jurado de estos premios, formado por los directores de los principales periódicos del país. Le dio paso la periodista de esta casa Karina Sainz, quien presentó el acto.
En un discurso lleno de sátira, Rodrigo Cortés, ganador del Cavia por el artículo ‘La tortilla, ¿con o sin tilde?’ -publicado en La Tercera de ABC- agradeció «este galardón inmerecido»: «Quedo honrado por que el error del jurado, no en vano llamado ‘fallo’, quede indeleble ya en tan insigne lista, que servidor emborrona hoy encantado», afirmó, después de mencionar a grandes figuras que antes lo recibieron como Camba, Alberti, Umbral, Cela o Chaves Nogales.
«Este oficio, del que soy fisgón e intruso, tiene, como lo tienen los demás, las fallas y carencias del hombre, pero a nadie se le escapa que el mundo sería peor sin él. ¿Qué harían nuestros gobernantes, no importa la camiseta o temporada, si nadie tuviera nada que afearles? Se vestirían, para empezar, de cualquier manera», afirmó Cortés.
La premiada con el Luca de Tena, Rosa María Calaf, agradeció el «honor de representar al periodismo audiovisual, al que se le entrega por primera vez este prestigioso galardón». De 79 años, Calaf inició hace 54 su trayectoria periodística. Desde 184 países, ha llevado la noticia hasta los hogares de todos los españoles a través de RTVE. Aprovechó este foro para defender que «la libertad de expresión no ampara la mentira» y que «el periodismo muestra lo que se quiere invisible y cuenta lo que se quiere callado, que es el nervio sensible de toda sociedad democrática». Cerró su intervención con una última reivindicación: «Me gusta un periodismo que ilumine, no que incendie. No dejemos que el periodismo se convierta en otra cosa, por favor».
Intervino entonces el gazatí Said Khatib, premiado con el Mingote por una fotografía publicada en ‘La Vanguardia’ el 13 de octubre de 2023. Pese a estar «muy contento» por recibir el galardón y de estar en España, donde nunca había estado -«tampoco en Europa», porque, «al igual que la mayoría de la población de la Franja de Gaza», ha vivido siempre «encerrado en ese pequeño espacio de tierra» que es su casa-, se dirigió a la audiencia en árabe para hablar «como periodista, pero sobre todo como ser humano». «La inmensa mayoría de los palestinos de Gaza éramos gente como ustedes, pero de la noche a la mañana nos quedamos sin nada», afirmó.
Kathib es de Rafah y su «casa ha quedado convertida en una montaña de escombros»: «Los periodistas estamos pagando un alto precio. Más de 100 de nuestros colegas han muerto violentamente desde octubre mientras informaban sobre esta guerra. Es una tragedia. Pero si los reporteros palestinos no siguen contando lo que pasa, se apaga la luz, porque Israel no está dejando entrar a periodistas extranjeros en Gaza».
Contó que la imagen premiada la tomó un día que estaba «fotografiando casas destruidas» y encontró «a varias personas que volvían a sus hogares para ver si podían salvar algunas pertenencias o documentos importantes». «Fue un día triste y doloroso», reconoció. «En mi nombre y en el de todos mis colegas periodistas que se juegan la vida cada día. Muchas gracias».
En una «época turbulenta», donde a la «vertiginosa transformación digital se suman los comportamientos abusivos» de las grandes tecnológicas, «el ruido de las redes sociales, donde proliferan los ataques a periodistas, los bulos y la desinformación» y «el despegue» de la inteligencia artificial, el presidente de Vocento, Ignacio Ybarra, defendió que «para garantizar la independencia, los medios necesitan ser rentables». Porque «no hay regeneración democrática sin una prensa plural»: «Esta noche es perfecta para celebrar el periodismo y reivindicarlo, más allá de intereses partidistas y visiones cortoplacistas».
Esta edición de los Cavia reunió a personalidades del mundo de la cultura, la política, la empresa y el periodismo. Entre ellos el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; el ministro para la Transformación Digital, José Luis Escrivá; el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Antes de que comenzara la cena, el presidente de Vocento dio continuidad al tradicional brindis al Rey. Todos los comensales alzaron sus copas con un Champagne Gosse Grande Réserve de Marqués de Murrieta y brindaron por Felipe VI y por España.