¿Qué hacer para no sucumbir a la desesperanza? Con un presidente del Gobierno respaldado por 120 diputados; sin Presupuestos Generales por segundo año consecutivo; que despacha los gravísimos casos de corrupción en la que chapotean sus más allegados como algo anecdótico; con la sede de su partido y otras entidades públicas intervenidas por la UCO, y unos socios parlamentarios dispuestos a aprovechar ese naufragio para perseverar en el desguace de España, es altamente aconsejable recordar que en España también hay algunos buenos servidores públicos comprometidos con la defensa de los intereses generales.
Y de eso fue el acto que se celebró ayer en la Sala Constitucional del Congreso de los Diputados en homenaje a Pablo Hernández de Cos. La Asociación España Juntos Sumamos que presido entregó el Premio 15 de junio a los valores constitucionales al exgobernador del Banco de España. Mientras empezaban a echar humo los teléfonos móviles de algunos de los allí congregados con las noticias sobre la actuación de la UCO, las palabras de reconocimiento del Rey Felipe VI a De Cos en un mensaje leído por el vicepresidente de la Mesa del Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, y las de la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, recogidas en un video expresamente grabado para la ocasión permitieron a la audiencia elevarse por un momento sobre la podredumbre que corroe algunas de nuestras instituciones.
El Rey quiso destacar el carácter humilde del exgobernador y su capacidad para reconocer el trabajo de las personas que le rodean. «Entendiendo precisamente en ese reconocimiento la esencia del trabajo colectivo para que las instituciones funcionen». Lagarde agradeció a De Cos el importante papel que ha jugado en la superación de las sucesivas recientes crisis y en el fortalecimiento del proyecto europeo y de la moneda común.: «Has sido un ancla de estabilidad en tiempos de incertidumbre». Pueden ver el vídeo completo en el enlace incluido en el texto.
A continuación, les comparto el discurso que le dediqué al premiado en el que reivindico la importancia de ser un buen servidor público. Porque esa fue la idea que inmediatamente se me vino a la cabeza tras la decisión del jurado. Ahí va:
«Son muchas las cualidades que reúne el exgobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, galardonado con el Premio 15 de junio a los valores constitucionales en su V edición. Pero me gustaría destacar hoy aquí una: su vocación de servicio público. Un compromiso que en el contexto actual cobra especial relevancia. Porque la integridad y la independencia con las que ha ejercido su cargo como gobernador son valores que sostienen la confianza de los ciudadanos en sus instituciones públicas. Una confianza que constituye uno de los pilares fundamentales de nuestra democracia y que lamentablemente hoy pasa por sus horas más bajas.
En una conferencia pronunciada ante estudiantes de la Universidad de Princeton, el legendario banquero Paul Volcker reivindicaba la importancia del papel del servidor público en la buena gobernanza y se lamentaba de cómo cada vez menos gente bien preparada estaba dispuesta a asumir ese compromiso. Volcker fue presidente de la Reserva Federal durante las administraciones de Carter y Reagan. En esos difíciles años, de crisis sucesivas, logró acabar con una inflación desbocada y contribuyó de forma decisiva a restaurar la estabilidad de la economía estadounidense. Su influencia se prolongó más de cinco décadas. Falleció en 2019 a los 92 años. El diario New York Times resumía su colosal trayectoria con este titular: «La mejor lección que dejó Paul Volcker no fue sobre economía, sino sobre cómo ser un servidor público».
«Ha desempeñado sus funciones como gobernador del Banco de España con lealtad, rigor y valentía. Ha trabajado con el Gobierno, pero no para él»
Nuestro premiado ha desempeñado sus funciones como gobernador del Banco de España con lealtad, rigor y valentía. Ha trabajado con el Gobierno, pero no para él. Proponiendo medidas a veces políticamente impopulares, pero económicamente necesarias. Alertando de los efectos adversos de algunas políticas públicas en la estabilidad de los precios y la solidez del crecimiento. Apoyándose siempre en los equilibrados informes técnicos del servicio de estudios de la institución, cuyo prestigio él tanto ha contribuido a consolidar. De Cos ha desempeñado su cargo con la máxima transparencia y ha rendido regularmente cuentas con frecuentes comparecencias ante el Parlamento. Y todo ello lo ha hecho con la cordialidad que le caracteriza, pero también con firmeza. Consciente de que la independencia del banco central -que, como él siempre recuerda, es una obligación y no una opción- debe defenderse cada día con los hechos.
Hernández de Cos es Doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por CUNEF y en Derecho por la UNED. En el Banco de España ejerció como jefe de análisis de políticas económicas del servicio de estudios entre 2007 y 2015 y cuando el departamento se convirtió en la Dirección de Economía y Estadística, como su director general hasta que en 2018 fue nombrado gobernador. En esa condición ha sido miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo. Durante esos años ha ocupado simultáneamente puestos en varios grupos de trabajo y comités del entramado de la Unión Europea, desde los que ha impulsado de forma decisiva la integración bancaria y la unión de los mercados de capitales europeos.
En todos esos foros, el exgobernador se ha ganado una sólida reputación por su gran competencia técnica. Su prestigio e influencia internacionales han propiciado su elección como nuevo director general del Banco Internacional de Pagos, el banco de los bancos centrales, cargo que ocupará a partir del próximo mes de julio. Como dice su director de tesis que nos acompaña hoy, el catedrático de Economía José Manuel González Páramo, el exgobernador ha protagonizado una de las carreras más fulgurantes de las que hay noticia en la banca central. Nuestro premiado es, de hecho, hoy uno de los más sólidos candidatos para presidir en un futuro no muy lejano el BCE.
Hernández de Cos ha demostrado también su habilidad para navegar por aguas turbulentas. La reputación del regulador quedó malherida por la gestión de la crisis financiera de 2008 y el estallido de la burbuja inmobiliaria que golpeó duramente a nuestras entidades financieras. Al frente del banco central introdujo medidas para restablecer la solvencia del sector y reducir su exposición a similares futuras crisis. Una labor que ha servido para relanzar el prestigio del Banco de España dentro y fuera de nuestras fronteras.
No quiero terminar mi intervención sin recordar a mi hermano Jaime. Fue él quien preocupado por el deterioro de la convivencia y la pérdida de algunos consensos básicos en nuestro país sembró pocos meses antes de fallecer la semilla de España Juntos Sumamos y concibió la idea de crear este premio. Jaime tuvo la oportunidad de conocer a Paul Volcker en Nueva York, que entonces trabajaba con el que había sido su jefe en el Banco Mundial, Jim Wolfensohn, y sé que sentía una gran admiración por él. No me cabe duda de que hubiera reconocido en nuestro premiado muchas de las cualidades que admiraba en el banquero estadounidense. Esas que cuando las poseen nuestros responsables públicos hacen que nuestras democracias sean más fuertes y mejores.
