El violento asalto a un furgón policial en 2023 con el objetivo de liberar a un preso británico en Ibiza ha terminado con cinco detenidos. Aunque el reo, que cumplía condena por tráfico de drogas y blanqueo de capitales, fue arrestado apenas unas horas más tarde, y al día siguiente se detuvo en la isla balear a los tres primeros implicados, la investigación no se ha dado por terminada hasta ahora. El golpe, meticulosamente planeado, se produjo en el momento en el que los agentes de la Guardia Civil conducían al preso al dentista. A plena luz del día y en el centro de la capital, los asaltantes, llegaron en una moto y un coche de alta gama, justo en el momento en el que bajaban al preso del furgón. Llevaban chalecos antibalas y consiguieron su objetivo después de intimidar a los guardias con armas de fuego, según ha informado este jueves el cuerpo policial.
Para poner la guinda al caso ha tenido que pasar más de un año. Los investigadores aseguran que detrás del asalto estaba una organización criminal de origen inglés, de gran interés para los organismos internacionales, dedicada al tráfico de drogas y el robo de vehículos de alta gama a nivel internacional. Y quienes lo llevaron a cabo eran personas “con una gran especialización en hechos similares”. Uno de ellos tenía antecedentes por un crimen en otro país, además de por tráfico de armas y drogas.
Con las primeras detenciones, los investigadores del Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Guardia Civil y el equipo de Policía Judicial de Ibiza, hicieron varios registros en las viviendas y algunos almacenes que utilizaban los asaltantes. Allí encontraron un plano con las instrucciones del asalto, 80.000 euros, y un vehículo que había sido robado en Reino Unido, que tenía las placas de la matrícula falsificadas. También hallaron diversas cantidades de drogas sintéticas.
Los investigadores recogieron “evidencias e indicios” que analizó el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y que, después de estudiarlas, han sido enviados a países de Europa para identificar al resto de asaltantes.
La colaboración con Europol y la Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido (NCA, en sus siglas en inglés) ha hecho que los agentes españoles puedan localizar a los implicados, que tenían antecedentes y también estaban reclamados por las autoridades de Reino Unido. El cuarto de los implicados fue arrestado en Reino Unido y el último en Portugal, gracias a la colaboración de la Guardia Nacional Republicana (GNR) portuguesa.
Los arrestados están implicados en delitos de evasión de condena, delitos contra los agentes de la autoridad agravados, tráfico de drogas, pertenencia a grupo criminal, lesiones, y tenencia ilícita de armas de fuego.
