Con sombrillas contra el sol y asientos portátiles para la espera, los ciudadanos llegaron desde las primeras horas del domingo a los centros de votación en México para participar en unas elecciones que consideran históricas por ser las más grandes y la posibilidad de tener la primera mujer presidenta.
Las personas esperaron desde las 6:00 hora local (12:00 GMT) para sufragar lo más pronto posible tras la apertura de las casillas (como se llaman en México los puntos de votación) a las 8:00 hora local (14:00 GMT) y evitar el calor que ha registrado récords históricos en el país en las últimas semanas.
Martha Macías, de 76 años, votó como cada seis años en el centro de Guadalajara, la tercera urbe más poblada del país, donde dijo a EFE que acudir a las urnas es importante por la «polarización» que percibe el país y porque «no hay muchas opciones» para elegir.
«El ánimo es dividido porque en lo que han presentado los postulados hay mucha mentiras, mucha contradicción entre ellos mismos y creo que para convencer a una persona lo principal es que debe hablar siempre con la verdad. Eso es lo que vamos a hacer: (votar) por el menos peor», afirmó.
Javier Esparza, trabajador independiente de 58 años, consideró que el país está en un momento de «crisis» en el que la ciudadanía debe participar en las decisiones.
«El ambiente está un poco tenso, es una época de muchos cambios, está crítico, nuestro país está viviendo una situación muy difícil y es cuando más ocupan nuestra participación», expresó a EFE.
La presidencia y más de 20,000 cargos en juego
Estas elecciones, en las que una mujer podría llegar por primera vez a la presidencia, son las más grandes porque se renovarán más de 20,000 cargos, incluyendo la Presidencia, los 500 diputados, los 128 senadores y 9 Gobiernos estatales con un padrón de 98 millones de votantes.
Las primeras filas fueron una mezcla entre personas adultas mayores y jóvenes que aprovecharon para pasear a las mascotas o ejercitarse.
La de 2024 será la primera elección para 6.6 millones de nuevos votantes jóvenes, una generación que no se interesa mucho en la política, pero cuyas decisiones pueden hacer la diferencia, aseguró a EFE América Ávalos, trabajadora de 26 años que emitió por primera vez su voto en unos comicios presidenciales.
«Es un momento crítico porque la mayoría de los jóvenes del rango de mi edad no está involucrado en nada de estos temas, son muy pocas las personas jóvenes que se interesan en estos temas, eso me preocupa porque no están tomando en serio, ni su futuro ni sus intereses ni sus conveniencias ni nada», afirmó.
Otros destacaron la posibilidad de que una mujer ocupe la presidencia, un hito en la historia del país y una manera de asegurar cambios, afirmó a EFE Óscar Saucedo, un funcionario público de 53 años.
«Ya es momento de que represente a México una mujer, creo que si tienen la formación y su rol de político lo tiene que ejercer, si lo sabe ejercer, lo va a hacer una mujer o un hombre», aseguró.