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Hace 25 años, una afirmación unió a Micaia Remigio y Libania Báez de Remigio en un proyecto de vida que los ha impulsado a crecer y superarse. Lo que este abogado y esta contadora nunca imaginaron es que, con el tiempo, darían otro gran paso: emprender.
Kairos Import SRL, es una ferretería y centro hidráulico ubicado en la Plaza Alba, en la avenida Hermanas Mirabal número 384, en Santo Domingo Norte, y está dirigida por esta pareja de esposos.
A casi seis años de trabajo, esfuerzo y muchas altas y bajas, ambos comparten lo gratificante que ha sido la experiencia y los retos de llevar una empresa familiar.
«Yo fui empleada desde los 15 años en muchas empresas del país y no tenía la libertad ni las facilidades que tengo ahora. Pero más que eso, lo que más me ha gustado de que Dios nos haya permitido tener este negocio es que le hemos dado oportunidades a otras personas», dice Libania, al describir su satisfacción al emprender.
Por su parte, Micaia asegura que, a pesar de las dificultades, «es muy bonito» construir algo con sus propias manos e involucrar a tus seres queridos.
«Tú involucrar a la familia en algo que va a permitir su desarrollo y el de tu comunidad es algo fuera de serie. Muchas veces uno no lo piensa, no lo analiza, pero es algo bueno», expresa.
Micaia y Libania forman parte de las 404,034 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que existen en el país, según datos del Banco Central.
«¿Que si ha sido algo positivo? Esto ha sido algo espectacular. La mejor decisión que yo he tomado en mi vida… o mejor dicho, una de las mejores, porque la primera fue haberme casado con él.»Empresaria
Según estimaciones oficiales, las mipymes aportan cerca del 32 % del Producto Interno Bruto (PIB), lo que las convierte en un componente fundamental para la economía y la generación de empleos.
La carga tributaria: un peso que duele
Aunque emprender juntos ha sido una experiencia positiva, la pareja resalta la dificultad de mantener una empresa con la presión tributaria que ejerce la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) sobre las mipymes.
Señalan que la carga impositiva de tributos como el ITBIS (impuesto a la transferencia de bienes industrializados y servicios), el impuesto sobre la renta, los anticipos y las cotizaciones a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), entre otros, son de sus principales dolores de cabeza.
«Si me preguntan: ¿Tú me recomiendas emprender? El mínimo que hay que tener es por encima de cinco, seis u ocho millones de pesos, para poder mantenerse por lo menos durante los primeros dos o tres años», afirma Micaia.
En 2023, luego de ganar una licitación de más de 40 millones de pesos, sus ventas se incrementaron significativamente, por lo que elevó la base imponible del ITBIS e ISR que debían declarar; solo en ITBIS debían pagar mensualmente alrededor de 140,000 pesos, sin contar los gastos operativos como nómina y servicios.
También señalan los retos de ser proveedores del Estado. Citando el caso del ayuntamiento de su municipio, relatan que en varias ocasiones no les han cumplido con los pagos.
«Ganamos una licitación que fue por el portal, y con todo y ganarla, no tenían los fondos para pagarnos. Duramos casi un año llamando, yendo y preguntando», puntualiza Micaia.
Actualmente, tienen cobros pendientes con diferentes entidades por hasta seis millones de pesos. Sin embargo, a pesar de esta demora, están obligados a pagar los impuestos correspondientes, aún no hayan recibido esos fondos.
Retos para la relación
Para esta familia, emprender juntos ha sido mucho más que un proyecto económico: ha representado una reconfiguración total de su dinámica como pareja.
Uno de los principales desafíos fue la convivencia constante en el entorno laboral. Pasar las 24 horas juntos, tanto en casa como en el negocio, supuso una carga emocional intensa al inicio.
«No es lo mismo llegar del trabajo y ver a tu pareja en casa, que estar todo el día juntos, pidiéndose cosas y resolviendo problemas», comenta Micaia. Esta cercanía generó fricciones que pusieron a prueba su relación.
También fue difícil separar los roles afectivos de los laborales. En muchas ocasiones, al discutir un tema del negocio, debían recordarse que hablaban como socios, no como esposos.
Ambos reconocen que la presión del emprendimiento los obligó a fortalecer su comunicación y redefinir su vínculo como pareja. Aunque hoy valoran los frutos del esfuerzo compartido, no niegan que emprender juntos exigió madurez emocional y un compromiso renovado.
«¿Que si ha sido algo positivo? Esto ha sido algo espectacular. La mejor decisión que yo he tomado en mi vida… o mejor dicho, una de las mejores, porque la primera fue haberme casado con él», dice Libania entre risas.
Durante décadas, Micaia y Libania trabajaron como empleados en distintas empresas, cada uno en su área: él en mercadeo y negocios, y ella en contabilidad. Pero al acercarse a la adultez media, nació en ellos el deseo de independizarse financieramente.
Micaia confiesa que sentía la necesidad de construir algo que garantizara el futuro de su esposa y sus tres hijas. Después de analizarlo juntos, decidieron lanzarse al emprendimiento.
Así nació Kairos Import SRL, un negocio dedicado a distribuir productos de ferretería, así como materiales eléctricos, hidráulicos y de construcción.
Las empresas familiares enfrentan altos costos por formalizarse
Fernando Pinales, presidente de la Confederación Dominicana de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Codopyme), afirma que el sistema tributario es el principal obstáculo para las mipymes familiares en el país.
«Estar formalizado en este país es un pecado«, expresa, al destacar que más del 50 % de las microempresas operan en la informalidad para evitar compromisos fiscales que muchas veces exceden su capacidad de pago.
Entre los desafíos que menciona están el 27 % del impuesto sobre la renta, los anticipos y los pagos a la seguridad social, que deben registrarse incluso antes de generar ingresos.
404,034
La cantidad de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), de acuerdo a la Encuesta Nacional de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas 2022-2023.
Pinales, quien dirige Ferpiti Industrial SRL, una fábrica textil familiar administrada por su esposa e hija, subraya que la mayoría de las mipymes surgen en contextos familiares. Aun así, considera que las condiciones actuales desincentivan su formalización.
Como solución, propone la aprobación de la Ley del Monotributo, que permitiría a muchas mipymes cumplir con sus obligaciones fiscales mediante un solo pago que incluiría ITBIS, seguridad social e impuesto sobre la renta.
«Esa ley es vital para que más empresas entren al sistema y se beneficien de sus ventajas«, concluye.
Consejos para emprender en familia
Emprender en pareja puede ser una experiencia enriquecedora si se hace con planificación y claridad. La periodista especializada en finanzas personales, Massiel de Jesús Acosta, recomienda definir metas claras y establecer un presupuesto familiar realista como primer paso.
También resalta la importancia de conocer las personalidades financieras de cada miembro de la pareja para distribuir responsabilidades de manera equitativa.
La autora de la guía básica de ahorro para madres Money Mom, insiste en la necesidad de mantener una comunicación abierta y constante sobre el manejo del dinero.
«Así como uno hace una cita amorosa, a final de mes, por ejemplo, debe hacerlo también para hablar del tema económico», sugiere.
Además, aconseja mantener separadas las finanzas del hogar y del negocio, y contar con un fondo de emergencia empresarial, especialmente si ambos dependen del emprendimiento.
Pasos para formalizar una empresa
Más que una idea y un loca, formalizar un negocio en la República Dominicana conlleva agotar una serie de procedimientos para operar legalmente, acceder a financiamiento, contratar personal y participar en oportunidades públicas o privadas.
A continuación, se engloban los pasos clave para formalizar una empresa:
- Registro del nombre comercial. Es el primer paso para proteger legalmente el nombre de tu negocio. Se realiza ante la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) y permite usar el nombre de forma exclusiva en todo el país.
- Redacción de estatutos sociales. Se elabora un documento que establece el tipo de sociedad (SRL, EIRL, SAS, etc.), las reglas internas, los socios y el capital. Este documento debe ser firmado por los fundadores y puede requerir legalización notarial.
- Inscripción en la Cámara de Comercio y Producción. Aquí se obtiene el registro mercantil, que certifica la existencia legal de la empresa. Es obligatorio para realizar actividades comerciales y abrir cuentas bancarias empresariales.
- Solicitud del Registro Nacional de Contribuyentes (RNC). Se realiza ante la Dirección General de Impuestos Internos (DGII). Este número identifica fiscalmente a la empresa y es necesario para emitir facturas y declarar impuestos.
- Registro en la Tesorería de la Seguridad Social. Si se contratará personal, es obligatorio inscribirse en la TSS para cumplir con el pago de seguridad social (salud, pensiones, riesgos laborales) de los empleados.
- Registro en el Ministerio de Trabajo. Permite formalizar la relación laboral de los empleados y registrar la nómina.
- Obtención de permisos específicos (si aplica). Algunos sectores requieren licencias especiales, como los negocios de alimentos, clínicas, construcción, educación o turismo. Estos permisos deben gestionarse ante los ministerios correspondientes.
- Activación en la oficina virtual de la DGII. Una vez tengas el RNC, debes solicitar el acceso a la plataforma en línea de la DGII. Desde allí podrás declarar impuestos, solicitar comprobantes fiscales y consultar tus obligaciones tributarias.
- Solicitud de comprobantes fiscales (NCF). Es el paso final para poder facturar legalmente. Los NCF son necesarios para las operaciones comerciales y son requeridos por los clientes para fines tributarios.
