Ernesto Sevilla (Albacete, 1978) llega a esta entrevista casi sin dormir. Y nada tiene que ver, para quien lo estuviera pensando, con esa fama de fiestero que le precede. Esta es una cuestión de nervios, hasta de timidez, de quien se enfrenta por enésima vez a un estreno como antes lo hizo a un escenario. «Hoy me han jugado una muy mala pasada, pero siempre me ha pasado lo de estar nervioso», relata durante la jornada de promoción de Cuerpo escombro, la comedia sobre la discapacidad que afronta junto a Dani Rovira.
- Hacer comedia con la discapacidad, ¿ese ha sido un terreno complicado?
- Es verdad que la película es una comedia gamberra sobre esa temática, pero tiene buenas intenciones. Mi personaje dice unas barbaridades impresionantes, pero la historia tiene un buen mensaje pedagógico y solo te tienes que concentrar en eso.
- ¿Por qué siempre tienes tú ese papel del liante, del que dice las burradas gordas?
- La verdad es que siempre hago un poco el mismo papel, pero es que me encanta. Sobre todo hacer de liante, no sé, supongo que la gente me ve en ese plan. Luego, en la vida real, no soy nada liante, la verdad. Nada, nada, nada. A mí siempre me han liado otras personas, nunca he tenido responsabilidad propia.
- Creo que también compartes con tu personaje lo de mentir para encontrar trabajo.
- El primer trabajo lo conseguí así, pero el que mentí no fui yo directamente. Un colega mío, que ya estaba currando, dijo que tenía un amigo que se llamaba Ernesto que tenía una serie escrita y en verdad no tenía nada. Me llamó, me dijo que había dicho eso, en una semana la escribí y salió lo que salió.
- ¿Hasta dónde es legítimo mentir por tener trabajo?
- Pues con lo difícil que es conseguir trabajo ahora mismo, yo creo que hay un gran margen para mentir.
- Si le hubieran dicho a aquel chavalín que hoy íbamos a estar aquí, ¿se lo hubiera creído?
- En absoluto, yo nunca he planeado nada en mi vida, todo siempre ha sido fortuito y he disfrutado muchísimo de este viaje. De hecho, me jode que haya pasado tan rápido, a veces me gustaría volver atrás porque soy un nostálgico. Me encantaría volver a hacer La Hora Chanante otra vez, fui tan feliz ahí.
«Aunque nadie lo diría yo soy una persona muy tendente a la depresión porque soy muy nostálgico»
- El peligro de la nostalgia es idealizar el pasado.
- Si lo sé, pero yo soy muy nostálgico, mucho, mucho aunque no sepa hacia donde me va a llevar. Si es que en el fondo yo soy una persona muy tendente a la depresión. Yo sé que nadie lo diría, pero es la verdad, como soy muy nostálgico eso me lleva a lugares muy tristes.
- Tendente a la nostalgia, tímido y nervioso por un estreno, quién lo diría con tu trayectoria en el humor.
- Siempre me ha pasado que me he puesto muy nervioso ante una actuación o un estreno. Pero yo creo que en parte son buenos porque te mantienen alerta, son los que hacen que no te relajes. Si antes de una actuación te relajas demasiado, la puedes cagar.
- ¿Y esos nervios cómo los controlas?
- En mi caso, bebiendo cerveza, pero no lo estoy aconsejando ni haciendo apología. Solo digo que yo he tenido que beber muchas cervezas para evitarlos y poder salir al escenario a actuar.
- ¿Aún lo sigues necesitando?
- Yo soy muy cervecero y lo de tomar la cerveza es una cosa que se ha quedado como una especie de rito que tengo que hacer antes de actuar. Yo soy muy tímido y eso es cosa de la timidez. Si es que yo cuando quise empezar a actuar fue precisamente porque me parecía imposible que pudiese hablar delante de un montón de gente. Fue como una terapia de choque.
- Y ese primer día, ¿cómo fue?
- Lo pasé fatal, estuve todo el día como enfermo, jodido entero. Luego ya por la noche, como me salió más o menos bien, me relajé. Y, menos mal que me salió bien porque sino no hubiera continuado, ahora me dedicaría a otra cosa. No sé a qué, pero a otra cosa
- Ahora vamos a hablar de la noche, porque la fama te precede y La Resistencia la ha acrecentado.
- A mí la fama de fiestero es una cosa que me ha servido como personaje para hacer muchos chistes porque a la gente siempre le cae bien el fiestero. Yo he fomentado mucho eso, le he sacado muchísima punta en La Resistencia, pero al final es casi todo mentira.
- Venga ya, Ernesto.
- Es verdad que cuando era joven me gustaba mucho la juerga, pero ya me he tranquilizado, hace años que estoy muy tranquilo. Ahora solo salgo de vez en cuando porque ya soy mayor y lo pago muy caro. Me pongo malísimo y ya no compensa.
- Ahora que hemos hablado de La Resistencia, no parece haberle gustado a Llados que dijeras que estaba creando una secta de subnormales. Dice que le estás faltando a los discapacitados.
- Yo no iba por ahí en absoluto, de hecho la palabra subnormal hace muchos años que no va dirigida a discapacitados, es una palabra que ya solo usamos para definir a gente como Llados.
- ¿Hay algo de lo que no hagas humor? ¿Algún límite?
- Yo procuro y necesito que los límites estén para poder jugar con ellos. Pero me gustaría saber reírme de mí mismo más. Lo intento y procuro hacerlo pero no lo consigo. Me cuesta en según qué cosas.
- ¿Y qué sientes en ese momento?
- Es una cosa de enfadarme conmigo mismo, de frustración porque me gustaría verme con más perspectiva y poderme reírme de mí mismo, que es algo muy sano mentalmente. Las personas que se ríen de sí mismas, que no se toman en serio, son más felices. En algunas cosas me tomo demasiado en serio, procuro mimar mi personalidad y reírme de mí mismo pero hay cosas en las que es imposible.
- ¿Tu dinero sigue aún a buen recaudo bajo el control de tu madre?
- Sí, es verdad lo de que mi madre me lleva las cuentas porque soy un desastre con el dinero y con casi todo. Yo es que soy muy de letras y todo lo que sean cifras y números soy muy desastre y necesito ayuda
- Ahora que todo vuelve, ¿no ves un regreso de La Hora Chanante o de Muchachada Nui?
- Sí, puede ser una idea, pero yo creo que ahora sería muy difícil juntarnos. Yo por ejemplo con Joaquín [Reyes] sigo trabajando estrechamente y nuestra relación laboral nunca se ha suspendido ni parado con el tiempo. Nosotros seguimos intentando levantar proyectos, pero juntar al mismo grupo sería una cosa dificilísima, yo creo que hasta imposible. Somos un grupo que a todos nos ha ido muy bien en diferentes modalidades del mundo del espectáculo y con la carrera de cada uno ahora sería muy difícil.
- ¿Uno queda muy marcado por un inicio de carrera como ese?
- Quedas marcado sobre todo personalmente, no tanto por la gente porque se olvidan muy rápido de todo. La Hora Chanante se sigue recordando por la gente de nuestra generación, pero hay muchos jóvenes que no tiene ni idea de qué es ese programa. Yo estoy marcadísimo por La Hora chanante y por Muchachada Nui.