El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, en una reunión extraordinaria celebrada este viernes, ha aprobado finalmente, como ya venía anunciando el presidente Emiliano García-Page en últimas fechas, el recurso de inconstitucionalidad contra el impuesto «absolutamente trumpista» a la banca, con fecha límite del día 22.
«Lo más coherente sería decir que este tipo de imposiciones de un tipo o de otro tendrían que obligarnos a todos a reaccionar, no sólo porque seamos muy perjudicados en este reparto, sino porque significa un antecedente en el sistema de financiación territorial altamente peligroso para que cuaje dentro del esquema constitucional», ha manifestado García-Page, que ha aprovechado un acto por la firma de adhesión del Gobierno de Castilla-La Mancha a la candidatura de Toledo a ser Capital Europea de la Cultura en 2031 para cargar de nuevo contra el impuesto a la banca pactado por el PSOE con Junts en cuanto al reparto de este tributo entre las comunidades autónomas.
A su juicio, «esto realmente es un ejemplo de cómo hacer España más desigual, en vez de trabajar por la redistribución justa de lo que se le cobra a los ciudadanos vía impuestos. Es realmente todo lo contrario a un impuesto progresivo, progresista, es regresivo con mucha claridad. Es evidente que hay comunidades autónomas, las que más Producto Interior Bruto tienen, las gobierne la derecha o las gobierne quien las gobierne, que en esto están haciendo mutis por el foro. A la chita callando les vienen muy bien las imposiciones de Puigdemont«.
El presidente castellanomanchego cree que de salir adelante este impuesto, «sería consagrar un reparto absolutamente disgregador de España, facilitador de aquellos discursos que significan ir rompiendo este país. De manera que tiene un alcance de fondo mucho más allá de estrictamente el dinero que se reparte y, por eso, nosotros vamos a cumplir con nuestra responsabilidad», en alusión al recurso que van a presentar al Tribunal Consitucional.
«No soy quien para exigir a los demás que mantenga la situación, pero hay que poner por encima incluso del dinero que se recibe los valores que están en juego. Y en este caso lo tenemos manifiestamente claro. Hay algunos otros, incluso presidentes autonómicos, que se permiten hablar de solidaridad o de lealtad, pero a la chita callando son beneficiarios de las imposiciones de Puigdemont. Yo les pediría que se dejen el cinismo en casa, que no ayuda para nada», ha añadido.
«Los muchos que ahora quieren explicar al Gobierno de Castilla-La Mancha los decretos que se aprueban en el Consejo de Ministros, que han tenido una ocasión de oro de explicarlo antes de ser aprobados, es más, de haber tenido coraje para negociar las decisiones que afectan a las autonomías con las autonomías, que es como Dios manda. Como, por otro lado, sería cumplir con preceptos constitucionales. A todos los que quieren explicarme cómo funcionan las cosas les estoy enormemente agradecidos, pero me temo que voy a ser yo el que les explique cómo son las cosas. Que voy a ser yo el que se las explique con muchísimo detalle. Aquí tenemos las cosas muy claras y no nos dejamos llevar ni por movimientos populistas ni por falsas alharacas», ha sentenciado García-Page.
«Tenemos la clara ventaja, se lo digo porque hay muchos ministros que a lo mejor no se han leído nunca El Quijote, cuya narración empieza aquí y que se lo recomiendo, pero que nos recomiendan como lectura diaria al Boletín Oficial del Estado, que no sólo leemos lo que se aprueba, sino también lo que se quiso aprobar en julio del 2024. Y de esto voy a hablar con tranquilidad y con claridad con quien quiera, obviamente, dialogar sobre esto del Gobierno de España«, ha concluido su intervención.
