Los amantes de los gatos pueden estar tranquilos. Escocia no planea prohibir a estos animales, según ha informado su primer ministro, después de que un grupo de expertos diera recomendaciones en ese sentido al gobierno.
La Comisión Escocesa de Bienestar Animal (SAWC, por sus siglas en inglés) instó a los ministros a estudiar la introducción de áreas de contención para proteger la fauna salvaje en «zonas vulnerables».
Estas zonas incluirían restricciones para los gatos, ha señalado la comisión en un informe, en el que detalla que el plan podría dar lugar a normas que obliguen a mantener a estos animales en el interior de las viviendas y a prohibir su presencia en «zonas sensibles desde el punto de vista de la conservación».
Para adelantarse a cualquier revuelo, el ministro principal escocés, John Swinney, ha afirmado que sus ministros no estaban dispuestos a imponer una prohibición ni restricciones a los gatos.
En el informe, los expertos señalaron que, según los estudios, estos felinos pueden tener «un impacto significativo en las poblaciones de animales salvajes», debido a «la depredación y la competencia por los recursos con poblaciones vulnerables de gatos salvajes» escoceses, una especie endémica amenazada.
«Algunos países ya exigen que se contenga a los gatos todo el tiempo o estacionalmente para proteger a las poblaciones de animales salvajes«, manifiesta el documento. »Esta puede ser una opción para reducir los impactos de bienestar de los gatos domésticos en la vida silvestre«, añadía.
