El Ministerio de Asuntos Exteriores ha convocado este viernes al encargado de negocios de la Embajada de Israel en España para protestar después de que tropas israelíes hayan atacado por segundo día consecutivo con heridos a las fuerzas de paz de la ONU en Líbano (Unifil, por sus siglas en inglés), en las que España tiene 670 cascos azules. La diplomacia española sigue así el paso que han dado esta misma mañana los gobiernos francés e italiano, otros dos países europeos con tropas en el sur de Líbano, que han convocado a los respectivos embajadores en sus capitales para quejarse por esta agresión.
“España ha convocado esta mañana al encargado de negocios de la Embajada de Israel para protestar por los ataques injustificados del ejército israelí a las posiciones de Unifil y los comentarios recientes sobre España y los españoles”, indicaron fuentes de Exteriores. Esta última alusión se refiere al comunicado que hizo público el pasado fin de semana el Ministerio israelí de Exteriores en el que aseguraba que España se había “convertido en un paraíso para sembrar el odio e incitar a la destrucción de Israel”, una crítica que el ministro José Manuel Albares consideró “fuera de lugar”.
Exteriores ha convocado al encargado de Negocios porque el nuevo embajador israelí, Zvi Vapni, aún no se ha incorporado a su puesto y la jefatura de la Embajada israelí en Madrid está vacante desde que, en mayo pasado, el Gobierno de Benjamín Netanyahu llamara a consultas a su antecesora, Rodica Radian-Gordon.
Dos militares del contingente de Sri Lanka resultaron heridos este viernes en un ataque contra el cuartel general de las fuerzas de la ONU en Naqura (sur del Líbano), a cuyo frente está el general español Aroldo Lázaro. Solo 24 horas antes, otros dos cascos azules indonesios resultaron también heridos por el disparo de un carro de combate israelí contra una torre de vigilancia de Unifil. El portavoz del Ejército israelí confirmó implícitamente la responsabilidad de sus tropas en este último incidente al reconocer que “dos cascos azules resultaron heridos de forma involuntaria durante combates contra Hezbolá en el sur de Líbano”. Dicho portavoz intentó trasladar la culpa a la milicia proiraní al asegurar que esta “utiliza instalaciones civiles y de Unifil como escudos”. Fuentes militares consideran esta excusa “insostenible” y recuerdan que el último ataque ha tenido como objetivo la entrada de la base de Naqura, en cuyas proximidades no hay ningún elemento de Hezbolá.
España, Francia e Italia condenan juntos los ataques “injustificables”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sumado también sus protestas a las de Francia e Italia, que en un comunicado conjunto de los primeros ministros de los tres países han condenado el ataque sufrido por la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano. “Como naciones que contribuyen desde hace mucho tiempo a la Unifil y como socios de Líbano e Israel, los líderes de España, Francia e Italia condenamos el reciente ataque a la Unifil por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel”.
Sánchez, Emmanuel Macron y Giorgia Meloni expresan su “indignación tras las heridas sufridas por varios cascos azules en Naqura” y destacan que “estos ataques constituyen una grave violación de las obligaciones de Israel según la Resolución 1071 del Consejo de Seguridad de la ONU y el derecho internacional humanitario. Estos ataques son injustificables y deben cesar de inmediato”. La resolución, adoptada en 2006, reforzaba la dotación de Unifil en Líbano tras los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, con el objetivo de que supervisar el cese de las hostilidades, apoyar al ejército libanés y garantizar el regreso de los desplazados.
“Recordamos que todos los cascos azules deben ser protegidos y reiteramos nuestro reconocimiento al continuo e indispensable compromiso del personal y las tropas de la Unifil en este contexto tan desafiante”, prosigue el comunicado, que alude de nuevo a Israel: “Confiamos en el compromiso de Israel con la seguridad de las misiones de paz de la ONU y las bilaterales en Líbano, así como con las organizaciones internacionales activas en la región”. Los tres líderes hacen una “llamada a un alto el fuego inmediato y a la plena implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU por todas las partes, como única vía para permitir que los pueblos israelí y libanés puedan regresar a sus hogares con seguridad” y se reafirman en su apoyo a la resolución del Consejo.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado también los ataques contra los cascos azules como “una violación de la ley humanitaria internacional”, mientras que el jefe del Departamento de Operaciones de Paz de Naciones Unidas, Jean-Pierre Lacroix, ha trasladado su “protesta enérgica” a las autoridades israelíes. Cuando empezaron las operaciones terrestres en Líbano, Israel instó a los cascos azules a evacuar sus puestos de observación a menos de cinco kilómetros de la frontera, pero la ONU se ha negado a ello. No obstante, ante la obligada supresión de las patrullas debido a los combates, ha reducido al mínimo el personal en los puestos avanzados, lo que ha supuesto el traslado de 300 militares y la previsión de hacerlo con otros 200. También se ha evacuado al personal civil de Naciones Unidas, formado por unas 800 personas.
Este jueves, el ministro italiano de Defensa, Guido Crosetto, ha declarado que este jueves, en la conversación que ya tuvo con su homólogo israelí, Yoav Gallant, le interpeló directamente. “¿Qué ocurre la próxima vez? ¿Tenemos que responder?”, una pregunta que él mismo ha reconocido como de “provocación” pero con la que ha querido subrayar “la gravedad de los hechos”. Crosetto ha subrayado que no existe una “justificación militar” a estos ataques y ha dejado claro que “todas” las partes deben respetar la inviolabilidad de la misión de la ONU, informa Efe.