En escasas horas, el caso del asesinato del cirujano Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho verá su final con la lectura de la sentencia establecida por el tribunal de Tailandia. El joven afrontará el veredicto a puerta cerrada, pero este jueves, todo aquel interesado en conocer la última hora del destino del chef se despertará con la inminente noticia de su condena. Desde hace un año, cualquier nuevo detalle que surgía de la investigación llenaba los titulares, y los últimos meses no han sido diferentes. Además de lo relacionado con el acusado, los movimientos de sus familiares, abogados y otros testigos acaparaban la atención de la prensa.
Dos nombres han sido, en el marco de la espera de la lectura del fallo, protagonistas por revelar información hasta ahora desconocida. Por un lado, Silvia Bronchalo rompía su máxima de discreción y hablaba con el programa ‘Código 10’ para expresar su sincera opinión acerca del papel que ha llevado a cabo su expareja Rodolfo Sancho en la defensa de Daniel, concediendo entrevistas por las que, según ella, ha ganado «dinero manchado de sangre». Por otro lado, el abogado de la familia Arrieta, Juango Ospina, declaraba para el mismo programa la existencia de una posible mano negra que ha favorecido la situación de Daniel Sancho comprando testigos e incluso la sentencia.
Pero ha sido en las últimas horas, cuando se ha revelado un sorprendente dato de una de las incógnitas menos aclarada del caso. Desde hace más de un año, Sancho permanece recluido en el módulo de enfermería de la prisión de Koh Samui y poco se conoce de cómo es su día a día. Ni siquiera Rodolfo Sancho, quien le visita con frecuencia y sabría más detalles de la actual vida de su hijo, ha querido desvelar nada de la situación que ha estado sobrellevando. Hasta ahora. Según cuenta ‘El Periódico de España’, además de hacer deporte, el chef habría estado cultivando una controvertida afición por la literatura que no pasa desapercibida.
Horas de deporte
Perfilar cómo pasa los días Daniel en prisión es, cuanto menos, sencillo. Además del tiempo y el espacio que comparte con el español y también acusado de homicidio Carlos Alcañiz, el chef habría encontrado en el deporte la oportunidad de pasar cerca de diez horas fuera de la celda. Yoga, muay thai y meditación serían las actividades que practicaría el joven en prisión. Pero además de cultivar el cuerpo, Sancho recurre a los libros para evadirse de la situación en la que se encuentra.
Según el medio, por las manos del chef ya habrían pasado más de 80 libros, de los que algunos son sacados de la biblioteca de la prisión y otros se los manda por correo su abuela, con quien tiene un vínculo muy estrecho. Esta desconocida afición por la lectura hizo que se interesase incluso por la lectura del sumario de su propio caso y que seguramente favoreció que interviniese activamente en el juicio.
Autor novel
Tantas horas de lectura han terminado por revelar otra faceta del chef en prisión. Inspirado quizás en las historias que ha leído en este tiempo, Daniel Sancho se habría lanzado a escribir su propio libro del relato del crimen de Edwin Arrieta, en el que trataría de contar su «verdad» desde su punto de vista en primera persona, tal y como si él fuese el narrador del libro mezclando los hechos objetivos con la subjetividad presente en la literatura.
Por el momento llevaría escritas 80 páginas y en ellas contaría los detalles del asesinato, su relación con Edwin y su experiencia en la prisión tailandesa. Se desconoce si este ‘true crime’ ha sido puesto en común con alguien de su confianza o si la historia coincide con sus confesiones durante el juicio. El final no podrá escribirlo hasta que no sepa la sentencia a la que será condenado. Si sucede el momento de que la obra vea la luz, sin duda acaparará la curiosidad de más de un lector en España, pues el género es uno de los más consumidos y el caso uno de los más mediáticos. Cabe además la posibilidad de que, al igual que ha ocurrido con otros truculentos crímenes, tenga su propia adaptación cinematográfica en un futuro.