Si alguien esperaba a Christian Horner encerrado en un caparazn o rehuyendo a las cmaras, a menudo impertinentes, es que no conoce su carcter. Antes del medioda de ayer, el jefe de Red Bull se pavoneaba por el paddock con la frente alta y una amp
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web