Pasó la Operación Kitchen para destruir pruebas de financiación ilegal del PP, por la que está pendiente de sentarse en el banquillo el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz. Pasaron las comprobadas operaciones policiales en la misma época para difundir informaciones falsas contra dirigentes independentistas catalanes. Pasaron los montajes de las fuerzas de seguridad bajo un Gobierno del PP para desacreditar a Podemos, por los que todavía hay sumarios abiertos en la Audiencia Nacional. Pasó todo eso y no se conoce ningún pronunciamiento al respecto de FAES. Hasta que, este jueves, la fundación que preside José María Aznar ha hecho público un editorial en forma de manifiesto en el que denuncia: “En democracia los gobiernos no organizan vendettas contra la oposición prevaliéndose de la prima de poder ni pervirtiendo instituciones previamente colonizadas”.
La FAES no se refiere a esas prácticas de los Gobiernos del PP documentadas a lo largo de los últimos años, sino al actual Ejecutivo de Pedro Sánchez. Tras haber conocido las actuaciones contra adversarios políticos de los populares por parte de lo que se dio en llamar policía patriótica —sobre las que todavía investiga el Congreso de los Diputados— la fundación de Aznar arremete ahora contra el Gabinete de coalición entre PSOE y Sumar: “La democracia no tolera Estados dentro del Estado, tumores mafiosos que suplanten la representación política, la vida le va en ello”. “En una democracia el poder se ejerce al servicio del interés nacional, no en beneficio de la famiglia”, insiste.
Todas estas observaciones forman parte de una declaración hecha pública por FAES para secundar la manifestación convocada por el PP para el próximo domingo en Madrid. La fundación reproduce el lema elegido por la dirección popular, Mafia o democracia. Y a lo largo del manifiesto introduce numerosos términos de la jerga de la organización criminal italiana: padrinos, capos, consiglieris, famiglia, pizzo, omertà o vendetta.
FAES dictamina que es “cosa juzgada” que Sánchez “entiende el poder como botín y no como servicio”. Lo acusa de tener una “concepción patrimonial del poder” y arremete contra “los indultos arbitrarios, la mutilación del Código Penal, la amnistía inconstitucional, el blanqueamiento del terrorismo etarra, la polarización inducida, el cínico melodrama epistolar del ‘hombre enamorado’ y el emparedamiento de la mitad de España como solo programa de Gobierno”.
También el propio Fernández Díaz, procesado por organizar la Operación Kitchen para destruir las pruebas de financiación ilegal del PP en poder del extesorero del partido Luis Bárcenas, escribió el pasado sábado un artículo en La Razón, diario del que es colaborador, titulado El lodazal del sanchismo. El exministro deplora las noticias sobre el caso de Leire Díez y el supuesto intento de “neutralizar” las “investigaciones judiciales que acechan al núcleo duro del sanchismo”.