«No le mande usted a la presidenta que me haga callar». La frase de Alberto Núñez Feijóo, en el tramo final de su intervención, iba dirigida a Pedro Sánchez, quien llevaba varios segundos incómodo en su escaño, mientras recibía uno tras otro los golpes dialécticos del líder de la oposición.
Con el tiempo ya rebasado, lo que había ocurrido antes con la mayoría de los intervinientes, y tras haber recibido un par de avisos por parte de Francina Armengol, el líder socialista le espetó a ésta «que vaya acabando ya, presidenta». Una frase que Feijóo, que se estaba dirigiendo directamente a él, cazó al vuelo y que le afeó en el mismo momento. «¡Ya está bien!», le espetó el gallego, antes de continuar con su intervención, que duró apenas unos segundos más.
El momento, tenso, fue vivido en directo por la mayoría de los diputados presentes en ese momento en el hemiciclo. Alguno de ellos, consultado por ABC, reconocía haber visto muy nervioso al presidente del Gobierno. «Ha llegado a decir ‘córtalo’, haciéndole gestos con la cabeza», señala uno de estos diputados. Otro se refería al movimiento de brazos, «señalándose con insistencia el reloj». Lenguaje corporal que dejaba clara su incomodidad.
«Ha quedado claro cómo Sánchez somete a su antojo al poder legislativo. Porque por mucho que compartan partido y sea su jefe en el PSOE, el presidente no puede ordenar nada a Armengol, que en el Congreso es la máxima autoridad y la encargada de dirigir el pleno», señalan a ABC fuentes del PP.
En esa línea, también aseguran que «Armengol se ha mostrado dócil con su amo y señor», en referencia a que la presidenta continuó insistiendo a Feijóo para que concluyera su intervención, que se alargó apenas unos segundos más.