La campaña de las primeras elecciones en pandemia arrancará con los sondeos a favor de los candidatos a la reelección. El barómetro preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) apunta a que tras las votaciones del 12-J el PP de Alberto Núñez Feijóo logrará en Galicia una holgada mayoría absoluta, la cuarta consecutiva, mientras que el PNV de Iñigo Urkullu necesitará reeditar su alianza con los socialistas para cumplir un tercer mandato en el País Vasco.
La encuesta difundida por el CIS este miércoles, a menos de 36 horas para el arranque de la campaña, pronostica una cuarta mayoría absoluta para el PP en Galicia, un registro con el que Feijóo emularía la marca de Manuel Fraga, fundador del partido. El sondeo del instituto público de opinión otorga a los populares gallegos una mayoría absoluta cómoda, con un 46% de estimación de voto y entre 39 y 42 diputados (para gobernar en solitario precisa 38 de los 75 escaños del Parlamento autónomo y ahora tiene 41). La segunda fuerza sería el PSdeG-PSOE, con un 19,5% de estimación de voto y entre 16 y 18 actas; y la tercera, el BNG, que alcanzaría un 16,8% de las papeletas y entre 12 y 14 representantes.
Si el 12-J se confirmasen estos resultados, tanto los socialistas liderados por Gonzalo Caballero como los nacionalistas de Ana Pontón experimentarían una subida, especialmente acusada en el caso del BNG —los primeros obtuvieron 14 puestos en la Cámara en 2016 y los segundos, 6—, aunque sería insuficiente para conformar un Gobierno de izquierdas.
El CIS augura, por otro lado, un descalabro de Galicia en Común-Anova-Mareas, la alianza entre Podemos, Esquerda Unida, Anova, Marea Atlántica y Compostela Aberta. La confluencia que encabeza Antón Gómez-Reino, líder gallego de Podemos y muy cercano al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, caería al cuarto lugar con una horquilla de 4 a 6 escaños. En Marea, el partido que impulsaron estas formaciones en las autonómicas de 2016, logró entonces 14 diputados y se convirtió en la segunda fuerza superando en votos a los socialistas. Ciudadanos y Vox volverían a quedarse fuera de la Cámara gallega, según el CIS, a mucha distancia del 5% necesario para entrar. Tampoco obtendría diputados Marea Galeguista, candidatura encabezada por un exdiputado de En Marea y fruto de las sucesivas rupturas en la antigua confluencia.
Los ciudadanos vascos premian, según el CIS, a los partidos del Gobierno, PNV y PSE, al hacerles crecer por separado y darles la posibilidad de sumar una holgada mayoría absoluta si reeditan la coalición. El PNV subiría a una horquilla de entre 31 y 34 escaños cuando ahora tiene 28.
También incrementa sus apoyos, según el sondeo, su socio de Gobierno. El PSE-EE lograría entre dos y cuatro escaños más de los nueve actuales y, en la peor de las hipótesis que dibuja el CIS, sumaría con el PNV 42 diputados, cinco más que en 2016 y cuatro por encima de la mayoría absoluta, que está en 38. En la mejor de las posibilidades que apunta el sondeo computarían juntos 47 escaños, casi dos tercios de los 75 asientos de la Cámara autónoma.
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La izquierda abertzale sigue estancada. El sondeo le otorga entre 16 y 18 escaños cuando ahora tiene 17. Lo mismo le ocurre a Elkarrekin Podemos, que mantendría entre 11 y 12 cuando en 2016 obtuvo 11. El partido que más sufre es el PP que pasa de los nueve diputados logrados en 2016 a entre tres y seis. Este resultado, de confirmarse, convertiría en un fracaso la estrategia del presidente de los populares, Pablo Casado, de concurrir en coalición con Ciudadanos con un discurso duro.
Vox volvería a quedarse fuera en las dos comunidades y seguiría siendo irrelevante su presencia en ambos territorios. En Galicia alcanzaría el 1,4% de voto estimado y en Euskadi, el 1%. Ciudadanos, que en la comunidad gallega se presenta en solitario, tampoco saldría del ostracismo en uno de los lugares donde su presencia es más escasa, al reunir apenas el 2,2% de los apoyos.
La campaña de las elecciones gallegas y vascas arranca este jueves después de que la anterior convocatoria, fijada para el pasado 5 de abril, tuviera que ser suspendida por la crisis del coronavirus. Una de las principales incógnitas que rodean al 12-J es cómo influirá la pandemia en la participación. Según el barómetro preelectoral del CIS, los indecisos rondan la cifra habitual del 30% (un 31% en Galicia y un 28% en Euskadi) y en la abstención tampoco se reflejan registros muy distintos a los de otras citas. Un 4,2% de los encuestados dicen en la comunidad gallega que no irá a votar, una cifra que en el sondeo preelectoral de 2016 fue incluso más alta (un 4,4%). Por contra, ese porcentaje en el País Vasco es, en esta convocatoria, del 9,4%, mientras que hace cuatro años fue dos puntos más bajo (7%).
La decisión de concurrir a las elecciones vascas con Ciudadanos amenaza con acabar en una debacle para el PP, según la encuesta del CIS. La candidatura que encabeza el popular Carlos Iturgaiz logrará entre tres y seis escaños, según el instituto demoscópico, como poco tres menos de los que obtuvo el PP en solitario en 2016. Las consecuencias prácticas podrían ser nefastas para los populares, ya que han cedido el tercer lugar en la lista por Álava y el segundo en Bizkaia a los candidatos de Ciudadanos. De ese modo, el resultado que el CIS predice en el mejor escenario para la inédita coalición de centroderecha dejaría al PP sin cinco de los nueve diputados que obtuvo en los comicios de 2016.