Sofocos, falta de sueño, de paciencia, irritabilidad… Sí, son algunos de los síntomas habituales en muchas mujeres en perimenopausia o menopausia. Normalmente alteran su vida y la llegada del calor supone un periodo del año desafiante por acentuar este malestar. Un cambio de … planes en las vacaciones, unos hijos que no hay forma que se levanten para ir de excursión o la playa… pueden crear situaciones explosivas cuando las hormonas están en plena ebullición. «¿Pero qué le pasa a mamá?», se preguntan en muchas familias al ver cómo ha cambiado su carácter, manera de afrontar las cosas o, incluso, cuando ven que derrama unas lágrimas con facilidad. ¿Cómo sobrellevar esta etapa con más bienestar y menos culpa? ¿Cómo implicar a la familia estas vacaciones para que entienda lo que está ocurriendo?
Almudena Ferrer, experta en Sexología del equipo de Olira, reconoce a ABC que suele ser un periodo que se puede hacer cuesta arriba a algunas familias porque a las secuelas físicas de las mujeres en esta etapa hay que sumar las emocionales. «La irritabilidad se puede acentuar ante cuestiones que antes no eran especialmente importantes como un cambio de planes en vacaciones o la insistencia de un hijo por querer que se le compre un capricho. Las reacciones pueden ser desmesuradas. Hace años se pensaba que la mujer se habían vuelto loca, y se las medicaba sin un análisis o respuesta contextual. De hecho -matiza- es curioso que tras las vacaciones, un periodo por excelencia para descansar, se producen muchos divorcios, ¿casualidad? Hay muchas razones, pero no abordar bien esta etapa en las mujeres, también contribuye a la ruptura de las parejas».
Según Ferrer cuando un adolescente hace de las suyas se suele asumir con comentarios como «está en la adolescencia, ya se le pasará». «Sin embargo, cuando una mujer está bajo los efectos de la menopausia actúa de manera desmesurada, la familia no comprende lo que le está ocurriendo. Es muy importante que tanto la pareja como los hijos tengan información y que reconozcan los síntomas para entenderlos, manejarlos y ser conscientes de la situación».
Asegura que es un momento importante, pero que es transitorio y va a pasar. «Muchas mujeres en consulta aseguran ‘es que no me siento yo’. Por eso es importante afrontar esta etapa con herramientas que ayuden tanto a la mujer como a la familia a manejar este periodo».
Más en concreto a la pareja, porque en vacaciones, cuando el tiempo es más relajado, sin horarios, rutinas esclavas ni prisas, se suele producir un mayor acercamiento y el deseo sexual suele aumentar. «El problema es que las mujeres en perimenopausia o menopausia pueden padecer sequedad vaginal. Se produce porque, al igual que en el resto del cuerpo la bajada de colágeno produce sequedad en la piel (a lo que se añade una disminución de estrógenos) la vagina pierde elasticidad y textura, y las relaciones sexuales pueden llegar a ser dolorosas si no se pone remedio consultando con especialistas. Es importante normalizar la sequía vaginal o la falta de libido porque hay soluciones. Cuidar nuestra salud sexual es un acto de autocuidado y también una forma de fortalecer la conexión con quienes nos acompañan en esta etapa».
En un intento de mejorar esta etapa en las mujeres, Almudena Ferrer, y el grupo de especialistas de Olira, ha establecido un decálogo con las siguientes recomendaciones para que tanto la mujer como la familia convivan lo mejor posible con la menopausia:
Normaliza la menopausia en casa
Habla de lo que sientes con tu entorno más cercano. Explicar lo que ocurre genera comprensión y evita malentendidos. La menopausia no debe ser un tabú: compartir es el primer paso para cuidarte.
Prioriza una dieta antiinflamatoria e hidratación consciente
Combina gazpacho, frutas de temporada, verduras frescas, aceite de oliva y proteínas con una buena hidratación antes de tener sed. Reducir el alcohol y ultraprocesados mejoran el equilibrio hormonal y ayuda a regular la temperatura corporal.
Valora la terapia hormonal sustitutiva si eres candidata
La terapia hormonal es el gran aliado para el control de los síntomas durante la perimenopausia y la menopausia. Siempre debe ser prescrita y supervisada por un médico: es clave para evitar cambios por su cuenta.
Suplementación: menos es más
Muchas mujeres llegan a consulta con combinaciones de suplementos que no tienen sentido. Es mejor priorizar. El magnesio, Omega 3 o probióticos pueden ser útiles, pero sólo con indicación experta para evitar excesos innecesarios y tomar lo que realmente es bueno para ti.
Crea tus microespacios de calma
Busca momentos para ti: una caminata al atardecer, cinco minutos de respiración consciente o una breve meditación ayudan a reducir el estrés y mejorar el bienestar físico y emocional.
Cuida tu bienestar sexual
La secuencia, el descenso del deseo o las molestias son habituales, pero tienen solución. Consulta a una sexóloga: el verano puede ser un buen momento para reconectar con el placer.
Elige bien dónde y con quién pasar tiempo
Evita sentarte al lado de personas que te generen impaciencia o saquen temas que sabes que acabarán en polémica. Selecciona bien tu entorno inmediato para evitar tensiones innecesarias.
Muévete cada día, con cabeza y constancia.
El ejercicio es clave para el equilibrio hormonal, emocional y la salud ósea. Lo ideal: combinar fuerza varias veces por semana con caminatas de al menos 30 minutos al día. Y recuerda, en verano es mejor hacerlo al amanecer o al atardecer: el sol del mediodía no es el mejor compañero.
Cuida el sueño como prioridad absoluta
Ventila el dormitorio al anochecer, usa ropa ligera, busca un ambiente fresco con ventilador o aire acondicionado si es necesario. Dormir bien es clave para el equilibrio hormonal y el estado de ánimo.
Haz del agua tu aliada en todos los sentidos
Un baño en el mar, un paseo por la orilla o simplemente mojarse las muñecas y la nuca son estrategias sencillas y eficaces para refrescar cuerpo y mente en los momentos más calurosos.