Giro en la diplomacia de Venezuela hacia España. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha asegurado este martes que España es hoy «una nación amiga» de su país, en un claro gesto para acercar posturas y estrechar la cooperación económica con el Gobierno de Pedro Sánchez, como ya había expresado en diciembre pasado.
Las nuevas declaraciones de Maduro contrastan con el hecho de que el Gobierno español es uno de los muchos Ejecutivos que han cuestionado los resultados electorales del pasado 28 de julio que dieron la victoria a Maduro, y con que España haya dado asilo a Edmundo González Urrutia, principal líder opositor del país caribeño.
«Hoy España es nuestra amiga, una nación amiga de Venezuela», ha asegurado Maduro en un acto televisado en el que no ha dudado, sin embargo, en cargar contra el colonialismo. El líder del chavismo ha señalado que, en 1821, el líder emancipador venezolano Simón Bolívar, recordado como el Libertador, «tenía claro su plan de independencia absoluta» de España, que era entonces, ha afirmado Maduro, el «imperio dominante».
«Colonialismo, esclavismo, más nunca en el Caribe, en América Latina. Libertad, independencia, para ahora y para siempre», ha defendido, además de reiterar que los países de América Latina y el Caribe deben consolidarse en «el camino del siglo XXI» como «pueblos libres y soberanos».
En diciembre del año pasado, la Administración chavista expresó su deseo de fortalecer las relaciones de «respeto mutuo» entre Venezuela y España, así como su voluntad de ampliar la cooperación económica en «diversas áreas de interés común» con el país europeo.
No obstante, en España permanece asilado el líder antichavista Edmundo González, quien reclama la Presidencia venezolana al asegurar en que fue el ganador de los comicios presidenciales de su país celebrados el 28 de julio de 2024, en los que Maduro fue proclamado ganador por el Consejo Nacional Electoral venezolano, controlado por rectores afines al chavismo, entre acusaciones de fraude por la comunidad internacional.
