Mantiene Paco Plaza que no hay capa ni mallas ni antifaz ni calzoncillo cojonero de superhroe que pueda competir en glamour, superpoder y elegancia con el simple hbito de monja. Que no de monje. Y algo de razn tiene. Si no toda. Desde mucho antes de ‘Las campanas de Sor Mara‘, la monja se levanta en el imaginario cinematogrfico ms comn como la dolorida y perfecta personificacin de todos los lmites. Desde las transgresiones de Joe D’Amato, Almodvar o Verhoeven a los horrores paranormales del universo de James Wan, una sierva del Seor es por definicin guardiana y ltimo baluarte de la virtud frente al pecado, del decoro frente a lo impdico, de lo santo frente a lo pagano. Es eso y, llegado el caso, hasta ltigo de la Inquisicin y smbolo feminista (aqu, ‘Teresa‘, de Paula Ortiz). Quiz por ello no hay gnero o subgnero, duro o blanco, que no la haya adoptado como emblema y, dado el caso, provocacin.
Digamos que ‘Immaculate‘ es la ultima parada de un fenmeno, llammoslo as, que no cesa. Quiz no la ms destacada y memorable de todas, pero s suficientemente interesante para, como mnimo, dedicarle un rosario entero. Michael Mohan recurre, como ya hiciera en ‘Los voyeurs’ (2021), al extrao encanto de Sydney Sweeney para ensayar una lectura apocalptica de un argumento, si se quiere, ya clsico. Una joven novicia estadounidense acude al apartado retiro (que no convento) en Italia de una congregacin para dedicarse a la vida entre contemplativa y sacrificada a los ms necesitados. Pronto descubrir que nada es lo que parece. En efecto, y de nuevo, es el espacio entre lo de ms all y lo de ms ac, entre lo venerable y lo repulsivo, lo que define el reino inestable de la monja.
Mohan juega a subvertir las reglas, que es lo que toca en estos casos. Y a hacerlo con la suficiente soltura y falta de prejuicios para descolocar al espectador. Que tambin es de lo que se trata. Lo que importa en este caso es el arco narrativo que va desde la total desproteccin de nuestra herona tocada a la toma de poder (no diremos empoderamiento, que es feo). Sweeney interpreta como nadie el papel de la joven desvalida que, llegado el caso, es capaz de todo. Y cuando decimos todo, nos referimos a exactamente todo. Es ah, en el proceso de transformacin, donde la pelcula ofrece sus mejores logros y, sin duda, puede llegar a levantar entusiasmos. La ltima y ms blasfema de las escenas contra todos los heteropatriarcados del universo (y contra un perfecto ‘mad doctor‘ lvaro Morte) est muy cerca de lo memorable. Bien es cierto que durante buena parte de la narracin, el director simplemente se deja llevar en una protocolaria sucesin de lugares comunes que retrasa y devala algo un tercer acto desencadenado. Dale una piedra a una monja y a ver qu pasa.
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Direccin: Michael Mohan. Intrpretes: Sydney Sweeney, lvaro Morte, Simona Tabasco, Benedetta Porcaroli, Giampiero Judica. Duracin: 89 minutos. Nacionalidad: Estados Unidos.