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Vanguardistas robots de cocina, etiquetas inteligentes que alertan sobre el estado de frescura del producto mediante un simple cambio de color; plataformas on-line de pedidos de comida saludable; producción plant based de proteína sintética idéntica en sabor y propiedades nutricionales a las del huevo… hasta producción de alimentos sostenibles mediante la transformación de residuos y subproductos en ingredientes de alto valor, utilizando la mínima cantidad de energía y agua, reciclando materiales y reduciendo el desperdicio.
Son ejemplos de tecnología alimentaria desarrollada en España en el último año gracias a la aceleradora Tastech by Sigma, un programa para identificar las startups y scaleups (startups que han incrementado su tamaño e ingresos en menor tiempo) más innovadoras y disruptivas, que combina la experiencia y los recursos de esta multinacional con la flexibilidad y vanguardia tecnológica del emprendimiento para ofrecer respuestas ágiles e innovadoras y encontrar modelos de negocio adaptados a las tendencias emergentes y preferencias del consumidor.
Un ecosistema colaborativo
«En España los emprendedores se consideran a sí mismos una pieza fundamental de este ecosistema colaborativo, muy bien articulado, que está revolucionando el sector, y en el que lo académico es un hervidero de nuevas tecnologías, en constante comunicación y transferencia científica a través de hubs de innovación o socios corporativos estratégicos». Son palabras del head de esta aceleradora de negocios, Ernesto Aguiar Vaca, quien nos atiende tras la presentación de la quinta convocatoria Tastech en el Food 4 Future World Summit de Bilbao.
Aguiar lidera este «esfuerzo global por aportar las capacidades e infraestructura de Sigma [multinacional mexicana matriz de Campofrío], ponerlas al servicio del emprendedor y, juntos, compañía y startups, definir alguno de los retos más acuciantes de la industria alimentaria». Invita a los emprendedores españoles a aplicar a Tastech, programa en el que ya han participado 1.400 startups de 53 países.
La flexibilidad y la vanguardia tecnológica que caracterizan a las startups «permite ofrecer respuestas ágiles e innovadoras y revolucionar los modelos de venta», explica Aguiar, quien detalla que impulsan ideas pioneras en nuevos formatos de alimentos y kits de comida, soluciones de nutrición personalizada y alimentos funcionales: «Disruptores modelos de negocio que nos ayuden a ofrecer novedosos productos, desarrollo de nuevos canales y momentos de consumo y fidelización».
«Las grandes compañías se focalizan en los objetivos inmediatos —prosigue—. Así que estas iniciativas son ventanas al conocimiento, a nuevas tecnologías y a la revolución de las operaciones diarias. Desde la innovación abierta impulsamos cada vez a emprendedores más formados y preparados; pero no sólo ellos aprenden de nuestra compañía, sino que interesa lo que ésta absorbe de los jóvenes especialistas y expertos en tendencias. El emprendedor conoce a otros emprendedores, a otros hubs, y nosotros completamos el ecosistema con una red global de más de cien aliados corporativos, como fondos de inversión y otras compañías y aceleradoras».
El modelo para el éxito
Aguiar explica que el modelo se basa en el «respeto a las capacidades operativas de las startups y la financiación del desarrollo de pruebas hechas a la medida». Además, «flexibilidad como compañía, incluso aportando soluciones fintech que mejoren los servicios financieros de los emprendedores, faciliten sus transacciones y mejoren los procesos de pago».
El expertise del equipo encargado de la aceleración de pruebas que diseña y tutela el programa piloto y la transparencia durante el testing para que cada parte tenga en todo momento claro lo que puede esperar de la otra completan los elementos clave.